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Manejo urgente de quemaduras en niños

Manejo urgente de quemaduras en niños¿Cuál es la causa de las quemaduras en los niños?

Llamamos quemaduras a las lesiones corporales debidas a la acción del calor en todas sus formas. A pesar de que la piel resiste amplias variaciones de temperatura, en niños pequeños pueden producirse lesiones graves y destructivas a partir de los 40º, si el calor actúa el tiempo suficiente.

Podemos clasificar las quemaduras, según la naturaleza del agente responsable, en cuatro grupos:

Quemaduras térmicas

Son las producidas por contacto directo con una fuente de calor o calor radiante. Son las más frecuentes en niños (85%). Pueden producirse por contacto directo con llamas o con líquidos a temperaturas elevadas (quemaduras por escaldaduras), representando estas últimas el 65% de los casos. En incendios domésticos y lugares cerrados puede producirse el denominado "síndrome de inhalación de humo", un cuadro muy grave que cursa con quemaduras internas en la vía aérea, instauración brusca de insuficiencia respiratoria, encharcamiento pulmonar e incluso la muerte.

Quemaduras eléctricas

Son las producidas por contacto con un conductor eléctrico. Siempre van a ser potencialmente más graves de lo que pudiera indicar su aspecto externo. Si la corriente pasa por la cabeza se produce la muerte instantánea. Pero si no pasa, existe un riesgo muy elevado de sufrir parada cardiaca (en forma de "fibrilación ventricular", un tipo de contracción anárquica y desorganizada de las fibras cardiacas que no es capaz de bombear la sangre a los tejidos), por lo que se hace fundamental iniciar las medidas de reanimación básica lo antes posible.

Quemaduras químicas

Se producen por el contacto con determinadas sustancias químicas cáusticas del ambiente doméstico.

Quemaduras por radiación

Se deben a la acción de radiaciones ionizantes por explosiones atómicas y efecto explosivo. Muy raras en nuestro medio.

¿Cuál es la magnitud real de este tipo de lesiones?

La magnitud del problema es enorme si consideramos que las quemaduras constituyen la segunda causa de muerte en niños menores de 4 años y la tercera en menores de 14 años. El grupo más frecuentemente afectado es el de los varones menores de 2 años. Las áreas más afectadas son las extremidades superiores (70%), siguiendo la cabeza y el cuello (50%).

En Estados Unidos ocurren de 300.000 a 500.000 lesiones de este tipo cada año, la mayoría en el domicilio y, por tanto, evitables. Por fortuna, la mayoría de estas quemaduras son menores y no requieren excesiva atención, pero a pesar de ello, las quemaduras de importancia acarrean gran alarma familiar, enormes gastos y demanda asistencial hospitalaria durante mucho tiempo. Las implicaciones socioeconómicas son muy importantes debido a la gran mortalidad y las graves secuelas; y, en ocasiones, traducen el drama familiar de una situación de malos tratos y abusos.

¿Qué alteraciones provocan las quemaduras en el niño?

Por contacto directo con la fuente calorífica o por radiación, el calor llega a los tejidos produciendo una destrucción más o menos extensa que constituye la quemadura. La muerte celular (en niños pequeños a partir de los 40º) se produce en virtud de unos mecanismos todavía no aclarados en los que intervendría la alteración de las proteínas de los tejidos corporales y la inhibición funcional de sistemas enzimáticos vitales para las células. La piel, al ser destruida por la acción del calor, pierde su propiedad de barrera protectora contra la evaporación de agua y la pérdida de calor, y su misión de defensa ante la entrada de gérmenes. En consecuencia, se pierde agua, calor y se favorecen las infecciones.

Sobre los vasos sanguíneos, el efecto del calor y la liberación de sustancias procedentes de la destrucción celular, dan lugar a una vasodilatación de las arteriolas, responsable del aumento de la temperatura local y del enrojecimiento. Si la acción del calor es más intensa o duradera, se produce un aumento de la permeabilidad vascular, separándose las células que tapizan los vasos, lo que origina una salida de líquidos del espacio vascular al exterior. Esta afectación es máxima a las 0,5-1 horas tras la quemadura (los niños pierden más líquido que los adultos). A menos que se reciba un tratamiento adecuado, las quemaduras superiores al 10% de la superficie corporal en niños menores de 2 años, pueden producir un estado de shock debido a la pérdida del volumen sanguíneo circulante. La disminución del riego sanguíneo ocasiona alteraciones en todas las células del organismo, con fallo multiorgánico, siendo especialmente sensible el riñón.

¿Cómo se clasifican y cuáles son las características de las quemaduras según su profundidad?

La profundidad de la quemadura es directamente proporcional a la temperatura del agente vulnerante, al tiempo de actuación del mismo y a la resistencia de la piel al calor. Según su profundidad hablamos de: 

Quemaduras de primer grado

Afectan a la epidermis, capa más superficial de la piel. Se caracterizan por:

  • Hay daño epidérmico superficial.
  • Son muy dolorosas porque las terminaciones nerviosas están intactas.
  • Son de color rojo.
  • Hay ausencia de ampollas.
  • Curan en 5-10 días con restitución total sin cicatriz.

Quemaduras de segundo grado

Dérmicas superficiales

  • Afectan a la epidermis y dermis.
  • Son de color rosa/rojo.
  • Aparecen ampollas muy dolorosas por afección vascular, salida de líquido y sensibilización nerviosa.
  • Curan en 1-2 semanas sin cicatriz.

Dérmicas profundas

  • Afectan toda la dermis.
  • Son de color rojo oscuro.
  • No aparecen ampollas.
  • Hay dolor a la presión, pero no al tacto.
  • Suele quedar una cicatriz, a veces exagerada.
  • En ocasiones requieren injerto cutáneo.

Quemaduras de tercer grado

  • No son dolorosas, por la destrucción de las terminaciones nerviosas sensitivas.
  • Son de color blanco (o negro si hay carbonización).
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