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Alcohol y drogas

¿Que es el cannabis?

¿Que es el cannabis?La planta a partir de la cual se obtiene la marihuana y el hachís es la cánnabis sativa. Originaria de Asia Oriental, es por ello la zona donde su consumo es más frecuente y antiguo. Así mismo, el uso no médico del cánnabis en Europa Occidental fue introducido por las tropas de Napoleón a principios del siglo XIX, aunque su uso en aquella época estaba restringido a círculos intelectuales.

Aunque el consumo no médico de estas sustancias se conoce desde hace centenares de años, su introducción masiva en el mundo occidental ocurrió en los años 60. Se introdujo de forma masiva entre la juventud, asociándose inicialmente a actitudes contestatarias, movimientos contraculturales y pasando después a ser una droga más de entretenimiento.

La cánnabis sativa, es una planta con tallo erecto que crece entre uno y dos metros de altura, con hojas palmiformes de cinco a siete segmentos largos y muy dentadas. Hay plantas femeninas y plantas masculinas y para su cultivo óptimo se necesita un clima cálido y húmedo. La variedad que se utiliza como droga contiene una cantidad elevada de sustancias psicoactivas llamadas cannabinoides.

Alcance del uso

El cánnabis es la droga ilegal más consumida en nuestro país. Según los datos de la Encuesta Domiciliaria sobre Consumo de Drogas 1997, de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, un 21.7% de la población la ha consumido alguna vez y un 4% en el último mes. El 0.9% lo consume diariamente y la edad media de inicio del consumo está en los 18 años. El mayor nivel de consumo se localiza en el tramo de edad de 19 a 28 años. Según la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar 1998 (Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas), el cánnabis es la droga ilegal más consumida entre los escolares, habiéndola consumido el 17.2% de los escolares en el último mes. Siendo más prevalente su uso entre los chicos, el 27.7% lo ha consumido en el último año que entre las chicas (22.8%). Si bien, en la población escolar se ha producido un incremento del consumo de cánnabis durante el período 1996-1998, este incremento ha sido muy inferior al experimentado durante el período 1994-1996.

Tipos de preparaciones

La resina de las plantas de cánnabis es la principal fuente de estos principios activos. La marihuana ('grifa', 'maría' 'hierba') es la preparación seca y triturada de flores, hojas y pequeños tallos; generalmente se fuma sola o mezclada con tabaco, siendo la principal forma de consumo en EEUU. El hachís ('chocolate', 'costo', 'goma') es un exudado resinoso, concentrado de las partes más ricas de la planta que una vez prensado se presenta en forma de pastillas para consumir; se deshace al calor y se fuma mezclado con tabaco, siendo la principal forma de consumo en España ('porro', 'canuto', 'petardo'). Existen también otro tipo de preparaciones, entre ellas el aceite de hachís, que se obtiene por un procedimiento de filtración y es una preparación más concentrada.

De todos los cannabinoides hay que destacar el THC (delta-9-tetrahidrocannabinol) ya que se trata del principal componente psicoactivo. En 1988 se descubrió que las membranas de ciertas células nerviosas contenían receptores de proteína que se ligaban al THC. Una vez fijo en su lugar, el THC desencadena una serie de reacciones celulares que, a la larga, producen el estímulo que sienten los usuarios al fumar la marihuana o el hachís.

Efectos del cánnabis

Los efectos del cánnabis dependen en parte del tipo de preparación (riqueza en principios activos), de la dosis utilizada, de la forma de administración (inhalaciones prolongadas), de las características metabólicas de la persona que lo consume, del uso conjunto de otras sustancias como por ejemplo el alcohol y también en gran medida los efectos dependen de la personalidad del consumidor, lugar de consumo, compañía y ambiente.

El consumo de cánnabis produce una sensación de euforia y bienestar y cierto grado de trastornos de la coordinación. Una persona después de fumar marihuana o hachís notará un aumento del pulso, sensación de enlentecimiento del tiempo, que las sensaciones tanto de gusto, olfato y las auditivas se hacen más vivas, se altera la capacidad de concentración, aparece risa y con dosis elevadas los cambios en la percepción y en las sensaciones pueden resultar desagradables produciendo ansiedad e incluso ataques de pánico.

Peligros para la salud

Los peligros para la salud del consumo de marihuana o hachís están relacionados fundamentalmente con el consumo crónico. Interfiere con el aprendizaje, la capacidad de concentración y el rendimiento escolar y laboral.

Cánnabis y trastornos psiquiátricos

Uno de los efectos indeseables más común es la aparición de crisis de ansiedad aguda o crisis de pánico a veces con una sensación de 'volverse loco'. Los síntomas de estas crisis desaparecen a las pocas horas según van desapareciendo los efectos del cánnabis. Existen también casos descritos de aparición de psicosis crónicas atribuibles al consumo de cánnabis, con conductas extrañas de pánico y ansiedad. Algunos estudios sugieren que el consumo prolongado de cánnabis puede disminuir la iniciativa personal y afectar al rendimiento en el trabajo, y existen también descripciones del llamado 'síndrome amotivacional' caracterizado por la aparición de apatía, relajación en el estilo de vida, perdida de interés por el trabajo, por los estudios, perdida de motivaciones.

Efectos en los pulmones

La persona que fuma marihuana o hachís frecuentemente puede tener los mismos problemas respiratorios que los fumadores de tabaco. Estas personas pueden tener tos y flemas a diario, síntomas de bronquitis crónica, y mayor frecuencia de catarros. El uso continuo de cánnabis puede llevar al funcionamiento anormal del tejido pulmonar, debido a su destrucción.

Efectos en la frecuencia cardíaca y la tensión arterial

Tras una dosis única aguda de cánnabis se produce un aumento de la frecuencia cardiaca, generalmente leve. Resultados recientes indican que la práctica de fumar marihuana e inyectarse cocaína al mismo tiempo puede causar un marcado aumento de la frecuencia cardíaca y la tensión arterial. En un estudio, se administró marihuana sola, cocaína sola y luego una combinación de ambas a usuarios frecuentes de estas dos drogas. Cada droga sola produjo efectos cardiovasculares; al combinarlas, esos efectos se intensificaron y duraron más. La frecuencia cardíaca de los sujetos del estudio aumentó 29 latidos por minuto con marihuana sola y 32 latidos por minuto con cocaína sola. Al administrarlas juntas, la frecuencia cardíaca aumentó en 49 latidos por minuto, y ese aumento persistió por más tiempo. Las drogas se administraron a los sujetos mientras estaban en reposo. En condiciones normales, una persona puede fumar marihuana e inyectarse cocaína y luego hacer algo que necesite cierta actividad física, lo cual puede aumentar mucho el riesgo de sobrecarga del sistema cardiovascular.

Efectos del uso frecuente de la marihuana en el aprendizaje y la conducta social

Un estudio en estudiantes universitarios mostró que ciertas habilidades críticas relacionadas con la atención, la memoria y el aprendizaje están alteradas en aquellas personas que usan marihuana con mucha frecuencia, aún después de cesar en su consumo durante 24 horas. Los investigadores compararon 65 "usuarios frecuentes" que habían fumado marihuana con una frecuencia media de 29 veces en los últimos 30 días, y 64 "usuarios menos frecuentes" quienes habían fumado con una frecuencia media de 1 vez en los últimos 30 días. Después de una abstinencia de 24 horas, estrictamente controlada a la marihuana, a otras drogas ilícitas y al alcohol, los estudiantes recibieron pruebas estandarizadas para medir aspectos de la atención, memoria y aprendizaje. Comparados con los usuarios poco frecuentes, los usuarios frecuentes de marihuana cometieron más errores y tuvieron mayor dificultad para mantener la atención, cambiar la atención en respuesta a las demandas del ambiente, y registrar, procesar y utilizar información. Los resultados sugieren que el mayor impedimento por parte de los usuarios frecuentes está probablemente asociado con una alteración de la actividad cerebral producida por la marihuana.

Estudios longitudinales sobre el consumo de marihuana por parte de jóvenes por debajo de la edad universitaria indican que los consumidores tienen menor rendimiento que los no consumidores, mayor frecuencia de comportamientos anormales, mayor comportamiento delincuente y agresor, mayor rebeldía, relaciones más difíciles con sus padres y mayores asociaciones con amigos delincuentes y que consumen drogas. Las investigaciones también muestran mayor propensión al enojo y comportamiento regresivo (chuparse el dedo y episodios de "rabietas") en los niños cuyos padres consumen marihuana que entre los niños de padres no consumidores.

Efectos en el embarazo

Cualquier sustancia de la que se abuse puede afectar la salud de la madre durante el embarazo ya que este es un período en el que ella debe cuidarse con especial atención. El abuso de sustancias puede interferir con una nutrición y descanso adecuados, pudiendo afectar al buen funcionamiento del sistema inmunológico. Algunos estudios han encontrado que los bebés de madres que usaron marihuana durante el embarazo tienden a ser más pequeños que los de las embarazadas que no utilizaron la droga.

En general, los bebés de menor tamaño tienden a desarrollar problemas de salud. La madre lactante que consume marihuana pasa parte del TCH a su bebé a través de la leche materna. Las investigaciones han encontrado que el uso de la marihuana por parte de la madre durante el primer mes de lactancia puede impedir el desarrollo motor (control del movimiento de los músculos) del bebé.

Potencial adictivo

Una droga es adictiva cuando causa un deseo de búsqueda y consumo compulsivo e incontrolable, a pesar de los efectos adversos que produce, sociales y sobre la salud. El cánnabis cumple con estos requisitos. El consumo continuado de cánnabis desarrolla dependencia psicológica en mayor o menor grado, que depende de las características de la persona. Además, estudios hechos en animales indican que el cánnabis puede causar dependencia física y algunas personas consumidoras crónicas han mostrado síntomas (irritabilidad, temblores, insomnio) con la supresión.

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Categorías: Vivir sano, Alcohol y drogas,
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