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Eritema infeccioso

Eritema infeccioso¿Qué es el eritema infeccioso?

Manifestación cutánea de la infección producida por el virus parvovirus B19. También conocido como Megaloeritema o V enfermedad, de cuando en el siglo XIX se asignaban números romanos (del I al VI) a los exantemas más frecuentes de la infancia. Se trata de una enfermedad benigna muy frecuente en la edad preescolar y escolar (entre los 5 y 14 años) que suele aparecer en forma de brotes intraescolares. Se define por la aparición de un exantema macular (enrojecimiento en la piel), que típicamente empieza en las mejillas de color rojo brillante, con la apariencia de mejillas abofeteadas.

Causas. ¿Qué la produce y cómo se produce?

La enfermedad es producida por un virus perteneciente a la familia Parvoviridae, Parvovirus humano B19. Se trata de un virus cuyo ácido nucleico es ADN, sin envoltura y que es bastante  estable. La transmisión se produce por contacto estrecho entre personas más que por las secreciones respiratorias producidas al hablar o toser. Requiere proximidad entre el sujeto enfermo y el contacto, así el contagio se suele producir entre las personas que conviven en un mismo domicilio o en la escuela. En los típicos brotes que se producen dentro de la escuela, del 10 al 60% de los niños susceptibles desarrollarán la enfermedad. También sería posible el contagio por medio de transfusiones pero es más raro. Otra posible vía de transmisión es de la madre embarazada al feto, especialmente cuando la madre tiene niños en edad escolar. La infección del niño sano consiste en una infección aguda con dos fases. En un primer momento (aproximadamente una semana después del contagio) el virus pasa a la sangre, en este momento puede haber manifestaciones generales como fiebre, malestar general, dolor de cabeza, dolores musculares, etc. Posteriormente y entorno al día 17 del contagio aparece el rash eritematoso erupción cutánea rojiza) en la piel que suele durar de 2 a 3 días

Manifestaciones clínicas. ¿Cuándo podemos sospechar que estamos ante un cuadro de eritema infeccioso?

Las manifestaciones de la infección aguda en el niño sano varían desde una infección asintomática que pasa desapercibida, hasta la típica enfermedad con un curso en dos fases. Una semana después de la infección y coincidiendo con la presencia del virus en la sangre algunos pacientes desarrollan un cuadro moderado con fiebre, malestar, dolores musculares, dolor de cabeza y picores. La manifestación típica de la enfermedad, la erupción en la piel, se desarrolla 10 días más tarde. Aparece un rash en la cara (a veces precedido de fiebre moderada). Su apariencia es como si hubieran abofeteado las mejillas. A la vez que aparece este rash, o en unos pocos días, con frecuencia el rash se extiende a las extremidades y es menos habitual que se distribuya por el tronco. Clásicamente se describe como describe como un rash de color rosado con la apariencia de un tejido de encaje. En muchos casos, se acompaña de picor. Este rash desaparece por si solo en 1 semana, pero puede reaparecer durante varias semanas, tras la exposición a fuentes de calor (baños), frío, con el ejercicio, etc.

En el eritema infeccioso también se pueden presentar síntomas generales como dolor de garganta, síntomas respiratorios e incluso molestias abdominales.

Diagnóstico. ¿Cómo se puede confirmar la presencia de eritema infeccioso?

El diagnóstico del eritema infeccioso es clínico, en base sobre todo a las características del exantema y cuadro clínico, particularmente en niños y durante un brote en la comunidad o en la escuela. Hay que diferenciarlo de otros cuadros como, rubéola, erisipelas faciales, roseola o  mononucleosis.

En cuanto a las pruebas de laboratorio, de aplicación en situaciones especiales, se podría recurrir al estudio de anticuerpos IgM frente al virus (serología) si está disponible. Más excepcional es el estudio del ácido nucleico del virus, que pudiera estar indicado en el diagnóstico de otras enfermedades producidas por este virus en sujetos inmunocomprometidos (con alteración de las defensas).

Tratamiento. ¿Cómo se soluciona?

No hay un tratamiento antivírico específico frente a la infección por parvovirus B19.

El tratamiento de la infección por Parvovirus B19 está dirigido sobre todo a determinados pacientes en los cuales la infección supone un riesgo especial, como son: pacientes con anemia hemolítica crónica, pacientes con alguna inmunodeficiencia congénita o adquirida y las mujeres embarazadas, que no han pasado esta infección, por el riesgo que puede tener para el feto. El manejo de la infección en estas situaciones excede el propósito y las posibilidades de este capítulo y se corresponde con medidas y decisiones complejas a adoptar por el especialista en cada caso.

En un niño, por otra parte sano, con eritema infeccioso el tratamiento en muchos casos no es necesario. En adultos, se pueden utilizar medicamentos antiinflamatorios para aliviar las artralgias (dolores de las articulaciones) y artritis temporales que con más frecuencia aparecen a estas edades.

Pronóstico y complicaciones. ¿Qué consecuencias puede tener el eritema infeccioso?

En la gran mayoría de niños y adultos, la infección por Parvovirus B19 es una enfermedad benigna, que se resuelve por si sola y que probablemente supone el desarrollo de inmunidad frente a la misma para el resto de la vida.

Entre las complicaciones más frecuentes se describen:

Dolores articulares (artralgias) y artritis, que son temporales mientras dura el exantema, y que aparecen en adultos particularmente en mujeres. Las articulaciones más afectadas son las de las manos.

Alteraciones hematológicas. Puede haber descensos moderados y pasajeros en los recuentos de células sanguíneas (de glóbulos rojos: anemia, de plaquetas: trombocitopenia, de glóbulos blancos: leucocitopenia), que pasarán desapercibidos a no ser que se realice un análisis de sangre conocido como hemograma. A diferencia de estos, una de las manifestaciones más importantes de la infección por Parvovirus B19 es un trastorno hematológico conocido como crisis aplásica transitoria que ocurre en individuos con anemias hemolíticas crónicas.

En pacientes con determinadas alteraciones del sistema inmunológico la infección crónica por el Parvovirus B19 puede producir trastornos hematológicos como anemias persistentes.

Cuando la infección se presenta en una mujer embarazada puede tener consecuencias para el feto (produciendo un cuadro conocido como hidrops fetal), si bien la mayoría de los embarazos y de los niños resultantes será normales.

¿Cómo lo evito?

En la medida en que los pacientes son contagiosos antes de que aparezca el eritema no es posible prevenir la enfermedad aislando o separando a los niños enfermos en la escuela.

Se recomienda lavarse las manos para evitar transmitir la infección.

Las profesionales sanitarias embarazadas no deberían atender a estos niños para evitar la infección del feto.

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Categorías: Enfermedades, Pediatría,
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