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Tabaco y embarazo: efectos y prevención

Tabaco y embarazo: efectos y prevenciónEfectos del tabaco en el embarazo

Hace ya bastantes décadas que se conoce que el consumo de tabaco durante el periodo de gestación supone en la mujer una mayor probabilidad de aparición de abortos espontáneos y un incremento de la mortalidad perinatal, así mismo se ha constatado una menor ganancia de peso de la esperada en el recién nacido, es decir, que los hijos de madres fumadoras pesan menos al nacer que los de las no fumadoras.

Las investigaciones llevadas a cabo sobre mujeres embarazadas han revelado que las mujeres que siguen fumando durante su gestación, no solo arriesgan su propia salud, sino que también ponen en peligro la de su hijo, ya que la inhalación del humo del tabaco, modifica enormemente las condiciones bajo las cuáles se desarrolla el feto durante el periodo prenatal.

Numerosos estudios epidemiológicos efectuados durante los últimos 40 años, han puesto de manifiesto que el tabaquismo materno afecta de forma manifiesta al crecimiento fetal, lo cual se pone de manifiesto por una reducción de todas las dimensiones del recién nacido, pero especialmente en una reducción del peso al nacer. Los hijos de madres fumadoras pesan al nacer un promedio de 250 gr menos que aquellos cuyas madres no fuman durante el embarazo.

También ha quedado demostrado que el tabaquismo materno origina un aumento de los abortos espontáneos, nacimientos prematuros y mayor número de complicaciones durante el embarazo y el parto. A través de estas dos últimas complicaciones, el tabaquismo de la gestante fumadora provoca un incremento del riesgo de pérdida del feto, en especial en el caso de embarazo de altos riesgos por otras causas.

Los hijos de madres fumadoras, presentan mayor riesgo de presentar "muerte súbita del lactante", que es aquella muerte que se diagnostica cuando en la autopsia no se descubre ninguna otra enfermedad que la justifique.

Es de importancia aclarar, que no existe evidencia científica en que el consumo de cigarrillos light (bajos en alquitrán y nicotina) sea menos perjudicial para el feto que los cigarrillos habituales.

Componentes tóxicos

Los estudios llevados a cabo indican que los efectos adversos del consumo de tabaco sobre el feto son debidos en una mayor parte a la nicotina y al monóxido de carbono, aunque el principal factor causal de la toxicidad del feto se le atribuye al segundo

Se sabe que la nicotina provoca una hipoxemia (falta de oxígeno) aguda, pero transitoria en la sangre fetal, al reducir el flujo sanguíneo en la placenta.

El monóxido de carbono por el contrario produce una hipoxia crónica en el feto debido a que incrementa los niveles de carboxihemoglobina (COHb) en la sangre materna y todavía más en la fetal, reduciendo así el transporte de oxígeno y su liberación por los tejidos y órganos del feto, dando lugar a una hipoxia lo que va a conducir a una alteración en el desarrollo del feto.

Los adultos tienen gran capacidad de adaptación a la intoxicación crónica de monóxido de carbono (CO), generan poliglobulia (aumento de los globulos rojos) y aumentan su afinidad por la oxihemoglobina (HbO2), y por esta razón mantienen el equilibrio entre el contenido de oxígeno (02) y la disponibilidad del mismo en los tejidos.

El feto humano por el contrario, no dispone de esa capacidad hemática para acomodarse al hábito de fumar de la madre y por este motivo es muy sensible a los efectos del humo del tabaco durante el embarazo. Esta falta de adaptación eficaz a la exposición de CO puede ser la explicación del reducido peso al nacer que presentan los hijos de madres fumadoras.

La prevención del tabaquismo y el embarazo

El consumo de tabaco coincidiendo con la gestación, se reconoce en la actualidad como un factor de riesgo para el curso del embarazo, el parto y para el recién nacido

Los estudios de prevalencia sobre el consumo de tabaco en mujeres embarazadas llevados a cabo en el extranjero muestran resultados diferentes a nuestro medio. En los países nórdicos o en Estados Unidos de América las mujeres al confirmarse su embarazo no superar el 30%, mientras que en España fuman mas del 50% al iniciarse su embarazo.

Las embarazadas que fuman suelen ser jóvenes y con estudios que no sobrepasan la enseñanza general básica. Este hecho avala la tendencia que se viene observando en nuestro país con un mayor consumo de cigarrillos entre las adolescentes y mujeres jóvenes.

Los graves efectos del tabaquismo materno en el feto y recién nacido, hacen de las mujeres en edad fértil uno de los grupos sobre los que deben incidir de forma prioritaria las medidas destinadas a la prevención del tabaquismo. La educación sanitaria en la escuela y en la comunidad debe sensibilizar y concienciar a las niñas y mujeres jóvenes sobre las consecuencias negativas del inicio del consumo de tabaco y otras drogas durante el embarazo y fomentar el no inicio del consumo o el abandono en su caso de estos hábitos perjudiciales.

Las visitas a la consulta del Ginecólogo o a un centro de planificación familiar deben incluir la información y motivación apropiadas para conseguir al abandono.

La motivación es un factor fundamental para dejar de fumar y además el embarazo puede resultar un acontecimiento que refuerce o impulse esta intención de dejar de fumar. El embarazo constituye en muchas ocasiones el hecho determinante de plantearse el abandono del tabaco durante el primer trimestre por parte de estas mujeres al confirmarse el embarazo.

Todas las mujeres embarazadas deberían ser informadas sobre los efectos negativos que el tabaco ocasionará en su futuro hijo si permanecen con el hábito tabáquico durante la gestación y motivarlas para que hagan un intento serio de abandono.

Las mujeres que se encuentran en su primer embarazo, dejan de fumar en mayor porcentaje, probablemente, la motivación en este caso es más intensa debida a la ilusión que les supone la llegada de su primer hijo.

Existen otros factores con evidencia de ser unos buenos predictores de abandono del tabaco, como es el número de cigarrillos consumidos, siendo aquellas que más consumen las que menos logran cesar de fumar.

En cualquier caso, se ha visto que la salud del futuro hijo constituye una importante motivación para intentar dejar de fumar en las mujeres embarazadas. Muchas mujeres serían incapaces de intentarlo y difícilmente abandonarían su hábito por preservar su salud sin embargo al confirmarse su situación de embarazo si que se muestran mas predispuestas a dejarlo y en muchas ocasiones lo consiguen sobre todo si reciben ayuda desde su médico o enfermera.

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Categorías: Enfermedades, Tabaquismo,
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