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Salud familiar

Como mejorar nuestra salud en la piscina

Cloradores salinos, o como mejorar nuestra salud en la piscinaBasado en un descubrimiento que el físico inglés Michael Faraday hiciese en 1834, el principio de la electrólisis salina se ha posicionado como el sistema de tratamiento y conservación del agua de las piscinas de mayor preferencia. De la mano de los cloradores salinos, este sistema no solo mantiene el agua limpia, sino que también permite ahorrar hasta un 80 por ciento en el mantenimiento de nuestros estanques debido entre otras cosas, a que con él no se precisan de productos químicos tradicionales.

En este artículo nos estaremos acercando a sus características y ventajas.

Explicación del proceso

El uso de cloradores salinos se basa en el principio de la electrólisis salina. Consiste en la disolución de una pequeña cantidad de sal en el agua de la piscina, aproximadamente de cinco a seis gramos por litro, y en la instalación de un clorador.

Así, al pasar por los electrodos de titanio colocados con anterioridad en las tuberías de retorno del sistema depurador, el agua se vuelve un desinfectante activo (hipoclorito sódico), capaz de hacer frente a algas, bacterias y hongos. Luego el hipoclorito vuelve a convertirse en sal, repitiendo el ciclo sin que se pierdan porciones del elemento.

Ventajas y beneficios de los cloradores salinos

Escoger un clorador para la purificación y mantención del agua de nuestras piscinas, es una medida con impacto positivo para nuestra salud, así como para el cuidado del medio ambiente y el ahorro energético y de recursos.

Con respecto a la salud, al inhibir la formación de bacterias y algas el proceso de electrólisis que desencadena el clorador actúa sobre nuestra piel como un antiséptico natural, de baja concentración salina, que nos protege de trastornos oculares y dermatológicos.

La explicación de estos beneficios está determinada por las cloraminas, que no son más que las sustancias derivadas de la reacción química que se produce entre las aminas introducidas al agua de la piscina por los agentes contaminantes de nuestros cuerpos, como sudor, aceites y lociones solares, secreciones corporales, etc., y el hipoclorito sódico, que las destruye con eficacia gracias al poder de la célula del electrolizador.

Esto es algo sumamente novedoso para la mantención de la calidad del agua de una piscina, diferente a lo que los sistemas de tratamiento y procesamiento de agua tradicionales son capaces de hacer. Bajo el funcionamiento de estos las cloraminas, de conjunto con los isocianuros residuales derivados del cloro introducido en el agua para su tratamiento, son los agentes que provocan la irritación de nuestros ojos y piel, además de condicionar el típico olor a químico, tan desagradable para muchos bañistas, alérgicos o no.

En una piscina de electrólisis salina veremos que por todo esto nuestro cabello, tinte y traje de baño, no sufrirá deterioro alguno, a diferencia de lo que nos puede pasar en otras piscinas tratadas con abundantes productos químicos (fuente: piscinasdesmontables.com).

Otro punto a favor de los cloradores salinos es que además de generar hipoclorito sódico en descomposición, con las ventajas explicadas, elimina los contaminantes habituales de una piscina en el electrodo, gracias a lo cual el agua puede mantenerse en condiciones de limpieza e higiene, sin necesidad de ser cambiada, por muchos días o hasta que la evaporación y las normas higiénicas que establezcamos así lo impongan.

Precisamente, el ahorro es otra de las ventajas de los cloradores. Con ellos ahorramos no solo en agua, sino también en productos químicos que ya no necesitaremos para tratar el agua de la piscina, a menos que lidiemos con aguas duras que requieren ciertos elementos para la estabilización del pH.

Esto último también es una ventaja de invaluable impacto ambiental, pues al sustituir químicos potentes y emplear solo dos elementos como el agua y la sal, nobles con el ambiente, además de una energía limpia como la electricidad, se anulan las emisiones o las causas contaminantes asociadas a las piscinas.

Igualmente, sabemos que ahorrar en consumo energético es una forma de proteger el ambiente, además del ahorro monetario que representa para nuestros bolsillos a la hora de pagar la factura eléctrica. Un clorador salino en la piscina de nuestra casa o establecimiento de negocio, nos ahorrará hasta un 80 por ciento en las cuestiones de mantenimiento, un 100 por ciento en cuanto a productos químicos y otra enorme cantidad en electricidad, pues su gasto equivale sólo al de una bombilla de bajo consumo.

No obstante, en nuestra opinión lo principal que debe inspirarnos a instalar un clorador salino son sus beneficios para la salud, anticipados ya desde que colocamos el clorador y vemos la calidad estética con la que impregna al agua de la piscina, de un azul nítido y diferente al habitual de otras piscinas tratadas tradicionalmente. Quizás sea la forma del clorador para decir adiós a los ojos irritados y a otras molestias que han impedido que muchas personas puedan disfrutar placenteramente de las piscinas.

Fuentes: Consumer.esCloro.info

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Categorías: Salud familiar,
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