Nuestra salud y la de nuestra familia es algo importantísimo que debemos de cuidar, no sólo debe de preocuparnos cuando está resentida, sino que puede que lo más importante sea prevenir las enfermedades y el deterioro del cuerpo.
Es muy interesante poder mantenernos en una buena forma llevando unos hábitos saludables de vida, pero nunca está de más una ayudita.
Cuando estamos enfermos normalmente recurrimos a los fármacos y medicamentos. También existen componentes de este tipo que pueden mejorar y prevenir nuestra salud, pero los componentes de laboratorio suelen producir efectos secundarios no deseados que podemos evitar si sustituimos los medicamentos por remedios caseros.
Está probado que los remedios caseros y naturales son muy eficaces en el tratamiento de muchos problemas relacionados con la salud y el bienestar desde tiempos inmemorables.
Los remedios caseros se realizan con ingredientes y trucos que puedes hacer en tu propia casa. Suelen ser sencillos y sobre todo efectivos.
De todos es conocida la medicina alternativa que utiliza componentes naturales y en muchos casos más eficientes que las recetas farmacéuticas.
Ventajas que te ofrecen los remedios caseros
Los productos más utilizados en los remedios caseros
Cuando hablamos de este tema, parece que todos pensamos en las hierbas: cola de caballo, manzanilla, melisa, etc. Pero la facilidad de utilizar estos remedios es porque la mayoría están realizados con productos normales de uso diario que todos tenemos en casa. Por ejemplo: La miel, el limón, la cebolla, el aceite, diferentes frutas y verduras. Hablar de todos y cada uno de ellos sería imposible pero sí que queremos hacer una pequeña reseña a un producto básico: El agua. Increíble pero cierto.
El agua en ayunas evita el estreñimiento, si la bebes caliente y a sorbitos te ayuda a adelgazar. Se utiliza en la deshidratación y sirve de base para muchos preparados. En su estado de congelación es un perfecto antiinflamatorio y alivia el dolor. Aplicado con presión (ducha) y cambiando la temperatura estimula la circulación. En frio cierra los poros, en caliente los abre. Si te sumerges en agua templada, relaja. Y para finalizar lo utilizamos como edema para limpiar el intestino.