Guía sobre las ecografías obstétricas 4D

Resulta fantástico conocer cómo existen ecografías tridimensionales (3D) y ecografías 4D. La primera de estas consiste en una representación espacial en tres dimensiones, de las imágenes obtenidas mediante la ecografía tradicional, en dos dimensiones, mientras que la segunda, 4D, está signada por una técnica que, en el caso que nos ocupa, las ecografías obstétricas, permite visualizar al feto en tres dimensiones también, pero en tiempo real, lo que da la posibilidad de observar al feto mientras se mueve.

Avances

Con las novedosas ecografías obstétricas en cuatro dimensiones, es posible ver al feto moviéndose en el interior del útero de la madre, como si quien estuviese viendo también estuviera allí. No obstante, este resultado, así como las imágenes de gran calidad y realismo, solo se logra si las condiciones de la exploración son adecuadas. 

El uso de esta técnica además ha demostrado que, al dotar de más realismo y efectividad el ejercicio de la ecografía, se incrementa el vínculo afectivo entre los padres y sus futuros hijos, desde unos meses antes del nacimiento. Por eso son cada vez más numerosas las clínicas que están introduciendo este tipo de ecografías en sus servicios, y ya es posible realizarse una ecografía obstétrica 4D en Barcelona, Madrid o Valencia, pero también en otras ciudades de España más pequeñas.

Precisiones

Alrededor de las 25 o 26 semanas es el momento ideal para practicar una ecografía 4D, pues es cuando se pueden obtener mejores imágenes del feto.

No obstante, la calidad técnica de los ecógrafos permite obtener imágenes complacientes para los padres en cualquier mes de la gestación, pero ya por encima de las 30 semanas la calidad se dificulta y por tanto, para evitar insatisfacción por parte del paciente, se recomienda no acudir a esta modalidad de ecografía pensando en obtener los mismos resultados que en el período antes recomendado.

Con una ecografía 4D, la visualización del feto depende del momento y las condiciones bajo las que se hace la exploración. Así, en las primeras etapas del embarazo, el feto puede visualizarse en su totalidad y, de producirse movimiento, la técnica 3/4D lo captura y muestra en imágenes realistas, que por demás son mucho más comprensibles que las obtenidas en ecografías bidimensionales.

No obstante, ya en etapas más tardías, el feto solo puede visualizarse en estructuras determinadas como la cara, manos, pies, o incluso genitales. Estas estructuras no pueden verse como conjunto, sino cada una de ellas por separado.

Con independencia del mes gestacional, a veces no se pueden obtener imágenes óptimas con está novedosa técnica debido lo mismo a motivos fetales como falta de líquido amniótico, posición del feto y gestación múltiple, que a motivos maternos como miomas uterinos, panículo adiposo, entre otros.

Procedimientos para su aplicación

La ecografía obstétrica en 4D se practica bajo la misma técnica o procedimiento de las ecografías obstétricas convencionales y bidimensionales. La diferencia fundamental, además de las imágenes resultantes, radica en el postprocesamiento y en que lo mostrado por las imágenes obtenidas depende de la edad gestacional.

Llegados a este punto, debemos aclarar que por muy espectacular que sea, la ecografía 4D no sustituye asistencialmente, ni a nivel de diagnóstico prenatal, a las ecografías tradicionales, cuyo fin como acto médico consiste en confirmar la normalidad de desarrollo del feto o detectar la existencia de anomalías.

No obstante, la calidad y realismo de sus imágenes, como ya dijimos, han probado contribuir de forma más efectiva al afianzamiento del vínculo afectivo entre padres e hijos, desde la etapa prenatal de diagnóstico del feto.