Podemos considerar la piel como el órgano más pesado y extenso del organismo, cuya principal función es la de proporcionar aislamiento y protección al resto de los órganos (evita la pérdida de agua y de calor fundamentalmente), es por lo tanto imprescindible para la vida. Otras funciones muy importantes de la piel son: la protección mecánica (sirve como colchón para evitar el daño de los órganos internos), la protección contra la radiación ultravioleta (sin la piel, la exposición al sol sería letal), la protección frente a gérmenes.
Así mismo en la piel se producen determinadas sustancias, como la vitamina D, imprescindibles para el crecimiento y metabolismo del hueso. No debemos olvidar la función social de la piel: el sentido del tacto reside aquí, el olor corporal, y el concepto de belleza tiene mucho que ver con una piel sana.
La piel sí es el espejo del alma, la salud comienza en la piel.
¿Cómo es la piel?
La piel está compuesta por 3 capas bien diferenciadas:
¿Por qué se debe cuidar y limpiar la piel?
Aunque esto parece algo obvio, podemos señalar que básicamente la higiene cutánea persigue:
Es importante: mantener las características de la piel intactas. Una higiene desmesurada y demasiado enérgica, así cómo el uso de productos de higiene y de limpieza inadecuados, puede irritar, eliminar las grasas naturales de la piel y por lo tanto favorecer las enfermedades cutáneas: infecciones e inflamación o dermatitis. En resumen, una excesiva frecuencia en los lavados no es garantía de salud.
¿Cada cuánto es recomendable limpiar la piel?
En principio, aunque parezca extraño, un enjabonado semanal sería suficiente para mantener una piel limpia y sana. La zona genital, manos, axilas, etc. necesitan higiene extra.
Es obvio que cada individuo siente su propia necesidad de higiene y no hay normas para esto (depende de la actividad física, características personales, cultura, etc.).
Tan importante como el enjabonado es un buen aclarado, pues los restos de jabón alcalinizan la piel y la resecan. Los baños demasiado calientes y prolongados también pueden dañar la piel, por lo que se recomienda ducha para el adulto o niño mayor y baños templados y menores de 15 minutos para los bebés y niños pequeños.
¿Cómo debe ser un cosmético?
Un producto cosmético tiene varios objetivos: limpiar la piel, embellecerla, protegerla y perfumarla. Además debe ser inocuo (no producir daño alguno), no irritante, eficaz (útil para lo que se ha destinado) y estéticamente aceptable (que no se note, que no tiña, con buen olor y que no deje restos)..
¿Cómo se debe cuidar la piel del niño?
Cada etapa de la vida se acompaña de un tipo de piel peculiar, la piel del niño es más delgada, más permeable y más frágil que la piel del adulto. El niño por lo general depende del adulto para su cuidado (alimentación, protección, etc.), un aspecto más es la higiene y el cuidado de la piel.
Ahora trataremos algunos aspectos destinados a realizar un correcto cuidado de la piel del niño.
Hablaremos del niño sano, sin dermatitis, ni otra patología. Esto lo trataremos en otros capítulos, y su pediatra o dermatólogo será el encargado valorar cada caso.
¿Cómo se debe cuidar la piel del recién nacido?
Un recién nacido sano precisa cuidados especiales, aunque no demasiado específicos. Señalamos a continuación lo más relevante: