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Otorrinolaringología

¿Cuáles son las principales enfermedades del oído?

¿Cuáles son las principales enfermedades del oído?El oído es uno de los órganos principales que nos permite desarrollar nuestra vida, sin embargo, también es uno de los más delicados y sensibles. Por sus características, este se ve expuesto a distintas enfermedades que pueden afectar directamente a la audición y esto, en consecuencia, a nuestro bienestar. Aunque muchas de estas enfermedades no son extremadamente comunes, sí que es cierto que podemos enfrentarnos a ellas en algún momento de nuestra vida.

A continuación, queremos explorar las principales enfermedades del oído, tanto las que se relacionan directamente con una infección pasajera como aquellas que pueden desencadenar una pérdida de audición y trastornos del equilibrio. Comprender de qué manera se desarrollan estas enfermedades puede ayudarnos también a mantenernos sanos y, por lo tanto, prevenir cualquier problema futuro.

Tanto si sufres o problemas auditivos como si te preocupa la salud de este órgano, en los apartados siguientes te damos las claves para prevenir y te decimos cómo se tratan y curan estas enfermedades de los oídos. De esta forma, serás capaz de protegerte y de tener en consideración tu salud auditiva para evitar problemas mayores y posibles situaciones que te lleven a una pérdida de audición. 

1 Otitis media

Comenzamos por una de las afecciones más habituales en el oído, que en especial puede desarrollarse durante la infancia y adolescencia. Aquí lo que sucede es que un exceso de mucosidad llega a interferir y obstruir la trompa de Eustaquio. Como consecuencia de todo esto, el líquido que tenemos en el oído medio no puede drenarse y se acumula hasta el punto de generar una infección.

La otitis, por lo tanto, causa una inflamación en esta cavidad detrás del tímpano y produce síntomas muy desagradables como dolor de oído o incluso supuración. Otros síntomas que suelen asociarse a esta enfermedad pueden ser la fiebre que genera la infección y un malestar. Lo más habitual es curar esta otitis media mediante un tratamiento de antibióticos, que también puede acompañarse de mucolíticos para eliminar esta obstrucción.

2 Hipoacusia

Uno de los problemas más habituales relacionados con el oído y que puede afectar a cualquier persona de cualquier edad. La hipoacusia realmente hace referencia a una pérdida auditiva, la cual puede suponer un gran obstáculo para la comunicación en el día a día de las personas, limitar el aprendizaje en los niños y también impactar directamente en las relaciones sociales de las personas.

Las causas que pueden llevar a una persona a desarrollar hipoacusia son muy distintas, aunque generalmente se asocia este problema con un daño en el oído externo. También pueden sufrir daños en el oído medio que desencadenan otros problemas más graves. Generalmente, puede sufrir hipoacusia en el oído externo, medio o interno y cada uno de estos casos conlleva unos niveles de pérdida auditiva y problemas asociados.

Para evitar la hipoacusia lo más habitual es tratar a tiempo algunas enfermedades más comunes como, por ejemplo, la otitis medias, los tapones de cera, las otitis externas, las perforaciones timpánicas, la otosclerosis y otras. Si crees que puedes estar sufriendo de hipoacusia, te recomendamos que acudas a algunos de los mejores centros auditivos en Madrid para que puedan realizarte un análisis y llevarte un seguimiento, de modo que este problema pueda tratarse. 

3 Síndrome de Ménière

Continuamos con una enfermedad relacionada con la anterior, y es que el síndrome de Ménière se considera una de las causas más habituales que nos indica el inicio de la pérdida auditiva. Generalmente, se asocia la sintomatología de este síndrome a vértigos zumbidos en el interior del oído y una pérdida de audición temporal. Generalmente, a la hora de hablar de la cura hablamos de un tratamiento sintomático, puesto que no existe ningún tratamiento definitivo.

Lo más importante para evitar que este síndrome de Ménière vaya a más es mejorar los hábitos alimenticios, controlando la ansiedad, la tensión y sobre todo utilizando ciertos medicamentos. Al final, hablamos de que este trastorno puede afectar a las personas de manera distinta, por lo que cada caso se tratará de una forma diferente. 

4 Otosclerosis

Otra principal enfermedad del oído que puede desarrollarse asociado al crecimiento anormal en el oído medio es esta otospongiosis o estapedectomía. Con un origen desconocido, muchos estudios dicen que la causa más habitual suele ser hereditaria. Generalmente, este tipo de problemática también deriva en una hipoacusia. 

Aquí la única forma de tratar esta enfermedad es mediante una microcirugía que podría ayudar a superar esta pérdida auditiva. Por otro lado, también se podrían utilizar audífonos para mejorar los síntomas. 

5 Vértigos

Otro de los cuadros sintomáticos más característicos asociados con el oído nos llevan a esta inestabilidad y obnubilación que asociamos directamente a los vértigos. Aunque no todos los vértigos derivan directamente de los oídos, sí que existen muchos pacientes vertiginosos que se remiten al otorrinolaringólogo. En algunos casos estos vértigos se asocian directamente al síndrome de Ménière, a una laberintitis, a una neuronitis, a infecciones del oído interno, a trastornos de las articulaciones temporomandibulares, etc. 

Para poder tratarlo es importante conocer antes el origen, que, como decimos, puede ser muy diferente en cada paciente. Aun así, existen distintos tipos de tratamientos, algunos más conservadores y otros que llevan directamente a utilizar un tratamiento con gentamicina intratimpánica. En los casos más graves puede existir incluso un tratamiento quirúrgico. 

6 Acúfenos

Este otro tipo de enfermedad tiene como característica principal los ruidos en los oídos, que resultan ser un problema bastante frecuente y que afecta a bastante es personas. Aunque generalmente no se considera una enfermedad demasiado grave, sino más bien un síntoma de otra enfermedad es bastante molesto. En algunos casos, estos acúfenos se localizan en la cabeza y otros en el oído, y la frecuencia puede ser fluctuante.

Las causas de los acúfenos derivan de distintas enfermedades como otitis, alteraciones en las articulaciones, enfermedades cardiovasculares, otosclerosis, tapones de hipoacusia, etcétera. En la actualidad, el tratamiento variará siempre en función de la causa y, por lo tanto, deberá adaptarse mediante distintas terapias sonoras y algunos fármacos.

7 Laberintitis

Otra de las infecciones virales del oído más habituales es esta afección que afecta al laberinto, que se considera una de las partes más importantes del oído interno. Podemos desarrollar laberintitis directamente tras coger una gripe o algún virus que afecte a esta parte del oído. Lo que sucede en este caso es que los nervios del oído se ven afectados y pueden generarnos problemas de equilibrio, pérdida de orientación espacial, mareos, náuseas o incluso vómitos.

Es habitual también que durante este proceso nos encontramos ante una pérdida auditiva o incluso zumbidos. Para llevar a cabo el tratamiento y cura de esta sintomatología se deberá realizar un diagnóstico especializado. Una infección mal tratada o no curada del todo puede llevar a otros problemas más graves, por lo que es importante que los síntomas más severos remitan durante la primera semana.

8 Colesteatoma

Continuamos con un quiste que puede desarrollarse en el oído medio, ya sea o bien por causas genéticas o por una infección crónica. Aquí lo que sucede es que diversos mareos y pérdida auditiva puede llevarnos a la ruptura de los huesecillos del oído medio y, por lo tanto, generarnos secuelas más graves. Un colesteatoma no tratado a tiempo puede acabar incluso con la hipoacusia. Para detectar esta enfermedad tendremos que fijarnos en una supuración de un líquido que huele mal, vértigos y debilidad.

A diferencia de otras enfermedades que hemos mencionado a continuación, en este caso la única cura es una operación. Tras la limpieza del oído y la administración de los antibióticos necesarios para atacar esta infección, generalmente debería extirparse este quiste mediante una cirugía.

9 Parotiditis

En este caso, hablamos de una inflamación de la glándula parótida, que es la glándula más grande que tenemos dentro de la cabeza. Esto deriva directamente de virus o bacterias que la hinchan y generan dolor, por lo que el lóbulo de la oreja también suele elevarse y la palpación de esta zona resulta bastante dolorosa para el paciente.

Generalmente, no existe un tratamiento específico para esta problemática, sino que simplemente deben analizarse los síntomas de cada paciente y, mediante distintos analgésicos o antitérmicos para el dolor de cabeza y la fiebre, se debe esperar hasta que esta hinchazón remita y el paciente vuelva a recuperar el bienestar. 

10 Miringitis

Para finalizar, hablamos de una infección bacteriana o vírica que afecta directamente al tiempo. Las formas más habituales de identificarlas son el dolor persistente y agudo en el oído y la aparición de algunas ampollas. Dependiendo de la gravedad de la miringitis puede desarrollarse incluso fiebre o hipoacusia. Hablamos de un tipo de enfermedad que se puede resolver en unos días, así que, por lo tanto, no resulta extremadamente grave.

Sin embargo, sí que podemos encontrarnos con sangre en el oído, picor en el oído o acúfenos, fiebre, otalgia e hipoacusia durante el proceso debido al oído taponado. Existen distintos tipos de miringitis, siendo las más habituales la aguda, la crónica, la viral, la bacteriana, la bullosa o la granulosa. La miringitis además puede desarrollarse por falta de higiene, hongos, penetración de un cuerpo extraño o simplemente por una infección del tracto respiratorio. 

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Categorías: Otorrinolaringología,
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