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Intervenciones quirúrgicas

Hombro doloroso: causas y manifestaciones

Hombro doloroso: causas y manifestaciones¿Qué es el hombro doloroso?

Es una de las causas más frecuentes de consulta en rehabilitación. Se calcula que afecta al 25% de la población en algún momento de su vida. El hombro es asiento de numerosos cuadros dolorosos que pueden tener origen en estructuras propias del hombro o alejadas de él.

En general, cuando el origen no está en el hombro, no se produce pérdida de movilidad ni se reproduce el dolor al moverlo. Entre las causas más frecuentes de estos procesos se encuentran: 

Los problemas cervicales, - sobre todo artrosis y lesiones discales -, que pueden provocar un dolor hacia el hombro.

Otras causas menos frecuentes son enfermedades neurológicas de distinto origen - infecciones, neuritis, tumores, etc.

En ocasiones el dolor puede proceder de lesiones viscerales cercanas a través de la irradiación nerviosa, acompañándose normalmente en estos casos de otros síntomas propios de la afección (cardiaca, biliar, pulmonar, etc.)

Los procesos que afectan propiamente al hombro son muy numerosos y provocan cuadros dolorosos llamados en conjunto "hombro doloroso", "periartritis escápulo-humeral" o "síndrome subacromial" que son denominaciones genéricas, ya que muchas veces es difícil determinar cual es la causa del problema aunque en ocasiones se puede llegar a un diagnóstico especifico. La causa más frecuente es la afección de partes blandas tales como tendones, cápsula articular y bolsas sinoviales.

¿Cuáles son las causas de hombro doloroso?

Son poco conocidas, en general dependen de una combinación de factores como el desgaste o degeneración de los tendones, que son más frecuentes con la edad y con la realización de esfuerzos laborales o deportivos de forma repetitiva.

En el hombro existe un grupo de músculos, supraespinoso (situado debajo del deltoides), infraespinoso y redondo menor, que en conjunto se denominan "manguito rotador" y sus tendones discurren por un estrecho canal, el espacio subacromial, entre el húmero por debajo y un extremo del omóplato llamado acromion por arriba.

Para favorecer el deslizamiento de estas estructuras existe interpuesta una bolsa sinovial que actúa como una especie de almohadilla. Esta bolsa tiene la capacidad de formar líquido sinovial y cuando se encuentra irritada puede hacerlo.                           

Cuando el brazo se eleva por encima del nivel del hombro el manguito roza con el extremo del acromion siendo causa de inflamaciones, desgarros y roturas. También una accidente único y violento puede causar la rotura tendinosa en personas jóvenes aunque lo más frecuente es el desgaste debido a la edad, asociado o no a las tareas repetidas con el brazo por encima de la horizontal y en ocasiones desencadenado por un golpe, una caída o un sobreesfuerzo.

Manifestaciones clínicas

El síntoma principal es el dolor. Generalmente duele más por la noche y al mover el brazo. En ocasiones baja por el brazo pudiendo llegar a la mano. Puede comenzar de forma insidiosa, sin relación con esfuerzos o traumatismos previos, o de forma aguda, normalmente tras accidentes.

Con frecuencia se acompaña de pérdida de movilidad del brazo. Si se prolonga mucho tiempo puede aparecer lo que se llama un "hombro congelado" o capsulitis adhesiva, en la que al dolor se añade una disminución global de la movilidad del hombro.

Cuadros clínicos

Existen varios cuadros clínicos que a veces se pueden diagnosticar:

Tendinitis del manguito rotador

Lo más frecuente es la afectación del supraespinoso, que puede aparecer aislada, ya que este tendón es el que más se roza contra el acromion. Si a esta circunstancia anatómica se suma el sobreuso laboral o deportivo, el proceso de desgaste se acentúa produciendo fenómenos degenerativos en el mismo que pueden progresar a desgarros e incluso rotura completa por fatiga.

Suele ocurrir en el adulto de edad media en adelante que ha efectuado durante años gestos repetidos con el hombro pero también puede ocurrir en jóvenes tras un esfuerzo excesivo

Los síntomas que aparecen son dolor progresivo en hombro con arco de movilidad dolorosa, esto es, solo duele en el punto de elevación del brazo en que el tendón se roza con el acromion, dejando de doler por encima y debajo de ese punto.

Con frecuencia la afectación degenerativa que puede comenzar en este tendón se extiende al resto de los que forman el manguito, haciendo que el dolor se generalice a todos o casi todos los movimientos del hombro.

Tendinitis cálcicas

Es frecuente el depósito de cristales de calcio en el interior de los tendones del manguito por razones no bien precisas, aunque puede deberse al padecimiento de enfermedades como el hiperparatiroidismo.

Lo habitual es que se desconozca la causa, pero suele aparecer en personas con problemas degenerativos tendinosos y es un factor que favorece la rotura de los mismos.      Otras veces aparecen calcificaciones en una radiografía de pacientes sin ningún tipo de síntomas y en ocasiones provocan una crisis de tendinitis aguda con dolor agudo muy intenso, enrojecimiento y calor en la zona.

Rotura del manguito rotador

Lo más frecuente es que sea la consecuencia del proceso de desgaste crónico del tendón del manguito, que puede ser conocido o no, ya que puede ocurrir que el primer síntoma sea la rotura tendinosa. Como en las tendinitis, puede afectar solo al supraespinoso o a todo el manguito y la rotura ser total o parcial.

Se puede producir al levantar un peso o tras una caída, sin necesidad de que sean muy violentas. En personas jóvenes, sin problemas previos, requiere un esfuerzo o traumatismo mucho más importante.

La consecuencia inmediata en las roturas completas es la incapacidad absoluta para la elevación del brazo por el paciente, queda como paralizado. Se acompaña de dolor agudo importante inicialmente, pasando a remitir después en el curso de unas semanas.

A pesar de la aparatosidad del cuadro, pocas veces requiere reparación quirúrgica, salvo en personas jóvenes con tendones en buen estado. Con el tiempo se va recuperando la función llegando a adquirir en general una movilidad que permite la realización de muchas tareas con el brazo, siendo compensados los movimientos deficitarios con otros músculos.

Tendinitis bicipital

El músculo bíceps dispone de dos tendones, uno de los cuales discurre por la cara anterior del hombro, siendo causa de tendinitis con cierta frecuencia. Se caracteriza por dolor en la parte anterior del hombro que aumenta con algún movimiento del brazo. Afecta bastante a deportistas con actividad lanzadora y tras actividades como pintar. Es muy probable que coincida con tendinitis del tendón del manguito.

En casos de larga evolución puede llegar a producirse la rotura del mismo, tras un esfuerzo o de forma espontánea, por desgaste, lo que origina en general dolor intenso en esa localización y la aparición de una "bola" cerca del codo, que corresponde al músculo descolgado. Al día siguiente suele aparecer un hematoma en la zona. A diferencia de otras roturas tendinosas no produce gran incapacidad ni afecta de forma significativa a la fuerza del bíceps que se mantiene gracias al otro tendón intacto.

Bursitis subacromial

Consiste en una inflamación con producción de liquido sinovial en la bolsa subacromial que se interpone entre el manguito y el acromion.

La causa está en la irritación mecánica continua contra el acromion en la elevación repetida del brazo, a veces tras una caída.

Dado que el origen es el mismo, suele suceder de forma conjunta con las tendinitis anteriores.

Capsulitis adhesiva o retráctil

Es una enfermedad inflamatoria de la cápsula articular que provoca una tendencia a retraerla, dando lugar a una gran restricción de la movilidad. Se desconoce su causa, pero tras un tiempo variable, de meses, desaparece espontáneamente y no suele dejar secuelas. Es más frecuente en mujeres a partir de la edad media de la vida y en diabéticos.

Mucho más frecuente es la retracción de la cápsula con pérdida de la movilidad producida tras padecer algunas de las tendinitis anteriores y otros procesos dolorosos como fracturas, ya que con dolor, se tiende a no mover y la falta de movimiento hace que se formen adherencias que a su vez hacen más difícil la movilización, creando un circulo vicioso que debe interrumpirse cuanto antes. A diferencia de la capsulitis anterior de causa desconocida, ésta no desaparece sola, el tratamiento con movilización debe comenzar pronto y ser intenso y puede dejar como secuelas un déficit de movilidad.

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