Rehabilitación de un paciente amputado
La rehabilitación de un paciente amputado debe realizarse por un equipo multidisciplinar. El médico rehabilitador valorará la situación funcional del paciente y el estado del muñón. Con ayuda del técnico ortopédico aconsejará y controlará la elección y ajuste de la prótesis más conveniente, así como le enseñará al paciente a colocarse y retirase la prótesis, al igual que los cuidados que debe dispensar a la misma.
El médico rehabilitador planificará los ejercicios que el paciente, según su estado de salud puede realizar. El fisioterapeuta será el encargado de enseñarle a como cuidar el muñón, los ejercicios que debe realizar y a reeducar la marcha. Sería conveniente el poder contar con la ayuda de un psicólogo así como un trabajador social en el equipo a fin de una completa rehabilitación emocional como social y laboral.
¿Qué cuidados se deben tener previamente al uso de una prótesis?
Cuidados del muñón
En primer lugar es muy importante prevenir las deformidades articulares por malas posiciones en las articulaciones próximas, ya que si aparecen nos dificultarán la confección y uso de la prótesis; para ello evitaremos el poner cojines o almohadas debajo del muñón, podemos colocar un tablero debajo del colchón, y deberá el paciente mantener el muñón lo más extendido posible.
Por otro lado se animará al paciente a realizar movimientos de las articulaciones próximas, como la cadera si es un amputado transfemoral o de la rodilla si está amputado por debajo de esta.
Otro de los objetivos será el luchar contra la inflamación del muñón, que aparece tras la amputación, por lo que al paciente se le deberá enseñar como vendarse el muñón, esto ayudará a reducir el tamaño y a darle forma al muñón. Los vendajes se realizan con vendas elásticas anchas, sin hacer una presión excesiva y abarcando todo el muñón. Deben utilizarse todo el día mientras no se está protetizado y debe continuarse una vez se tiene la prótesis durante el tiempo que no se usa ésta.
Durante esta fase previa a la protetización es importante fortalecer los músculos del muñón, ya que va a ser éste quién impulse la prótesis.
Por último se le deberá enseñar también como masajear el muñón, lo que ayudará a la circulación de retorno y evitará la formación de adherencias en la cicatriz.
Cuidados generales
Se enseñarán al paciente ejercicios respiratorios con el fin de evitar complicaciones secundarias al encamamiento, se fortalecerá la otra pierna para así evitar la perdida de masa muscular y fuerza que se produce por el encamamiento y la falta de uso, y por último se potenciará la fuerza de los brazos con vistas a caminar con bastones.
¿En que consistirá la rehabilitación una vez el paciente tiene la prótesis?
En primer lugar se acostumbrará al paciente a la sensación de presión de la prótesis sobre el muñón, así como a echar el peso sobre la prótesis y la pierna sana alternativamente. En las barras paralelas aprenderá a hacer estos ejercicios.
Posteriormente se le enseñara a caminar de lado, apoyado en las barras, luego se le enseñara una marcha normal.
Cuando el paciente haya aprendido y domine estos ejercicios, se pasará a enseñarle la marcha con ayuda de bastones, así como a la realización de movimientos como levantarse y sentarse de una silla, recoger objetos del suelo, etc.
Posibles complicaciones que pueden aparecer
Complicaciones secundarias a la amputación
Dolor residual en el muñón, las causas pueden ser diversas, entre ellas: dolor o aumento de la sensibilidad en la zona de la cicatriz, esta molestia suele ceder al masajeo y golpeteo del muñón, así como con el uso de la prótesis.
Presencia de neuromas, que son como pequeñas tumoraciones debidas al intento fisiológico de los nervios periféricos seccionados de repararse, cuando su tamaño es grande o quedan en zonas sometidas a presión, pueden aparecer molestias, que suelen responder a las infiltraciones con anestésicos y corticoides, en ocasiones puede ser necesario su extirpación.
Sensación de miembro fantasma que consiste en la percepción de la parte amputada, esta sensación suele disminuir de intensidad con el paso del tiempo aunque puede persistir durante toda la vida, habitualmente no precisa tratamiento.
Dolor del miembro fantasma, en ocasiones el paciente puede percibir la sensación previamente explicada como un calambre o pellizco, otras veces como una sensación de quemazón, como un dolor agudo, y en ocasiones como una mezcla de todas ellas; en general suelen mejorar con el uso del vendaje del muñón y/o el uso de antidepresivos tricíclicos o carbamacepina.
Complicaciones secundarias al uso de la prótesis
Problemas cutáneos, como: Enrojecimientos o úlceras por una mala adaptación, colocación o uso de la prótesis, Dermatitis por alergia a los materiales de que esta fabricado el encaje, etc.
Las soluciones pasarán por una correcta adaptación, colocación y uso de la prótesis; en el caso de alergia se intentará cambiar los materiales. En caso de molestias se debe siempre consultar con el médico rehabilitador, no debiendo usarse la prótesis hasta que la causa haya sido aclarada y corregida.
¿Cómo debe usarse la prótesis?
Se aconseja durante los primeros días una adaptación progresiva.
Se recomienda no usar de forma continua la prótesis, quitándosela para dormir y así permitir que el encaje se airee.
No usar cremas, ni lociones ni polvos entre la prótesis y el muñón, ya que pueden macerar la piel, favoreciendo la aparición de heridas. En caso de tener que usarla, comprobar su completa absorción por la piel del muñón.
Debe usarse una media de algodón entre el encaje y la piel.
La prótesis debe limpiarse según indicaciones del técnico ortopeda.
Debe evitarse someter la prótesis a fuentes de calor elevadas, debido al riesgo de inflamabilidad de los materiales empleados en su confección, así como la posibilidad de deformarse.
Ante el deterioro o avería de alguno de sus componentes, debe consultarse con la ortopedia fabricante, a fin de su pronta reparación, no debiendo usarse la prótesis mientras no se solucione el problema.