La colposcopia es un método diagnóstico que se realiza en Ginecología, de técnica sencilla, que puede realizarse en el dispensario y que, cuando se dispone de un poco de práctica, precisa pocos minutos para la realización.
El colposcopio está constituido esquemáticamente por una lupa de distancia focal larga y una fuente luminosa. Se introduce por la vagina de la mujer y nos permite visualizar su interior, su aspecto, alguna anomalía macroscópica (a simple vista) y la toma de muestras para posterior análisis mediante el microscopio.
¿Cómo se realiza?
Una vez colocada la paciente en posición ginecológica con las rodillas flexionadas, el médico le introducirá por la vagina lentamente y con suavidad, un instrumento denominado espéculo.
Cuando el espéculo entra en su totalidad se abren las dos valvas para separar las paredes de la vagina permitiendo así la visualización de la vagina y del cuello uterino.
A continuación se aprovecha para introducir una torunda de algodón o una pequeña espátula a través del espéculo para la toma de muestras ya sean de secreciones o de células de la vagina o del cuello uterino.
¿Para qué sirve y cuándo debe realizarse?
Las actividades de diagnóstico precoz del cáncer genital de la mujer que se han demostrado eficaces en la actualidad son la realización de citología cervicovaginal (ver documento relacionado) periódica (vagina y cuello del útero).
El personal de enfermería del equipo de Atención Primaria tendrá un papel destacado en esta actividad. Su consulta debe servir, de forma oportunista, para la investigación de factores relacionados con la enfermedad, presentes o pasados en la mujer, así como para la educación sanitaria individual, informando de los factores de riesgo e inculcando el hábito de realizar citología periódica para detección de la enfermedad o sus precursores.
La citología vaginal es un método de prevención barato, fácil de practicar y sin riesgo para la paciente.
¿Cómo debe realizarse?
Para la toma de la muestra se requiere escaso material: portaobjetos, torunda o cepillo para toma de muestras, espéculo y fijador de la muestra. Al efectuarla se deben cumplir una serie de normas por parte del operador y de la mujer objeto de la muestra, que se resumen a continuación:
Por parte de la mujer:
Por parte del médico:
¿Cuándo debe realizarse?
Aunque no se han establecido con criterio uniforme la frecuencia, el inicio y el abandono de las tomas de citología cervicovaginal, siguiendo las recomendaciones de la OMS y demás sociedades de prevención del cáncer, se propone la realización de una citología a toda mujer de 18 a 65 años que mantenga o haya mantenido relaciones sexuales, durante dos años consecutivos. Si ambas pruebas son normales se propone la realización de citologías con la periodicidad siguiente:
Las mujeres de 65 años sin control en los cinco años anteriores deben ser controladas durante dos años consecutivos. Si los dos resultados son normales se abandona el control.
Deben excluirse de este control las mujeres que no hayan mantenido relaciones sexuales y las que tengan extirpado el útero.
¿Quién debe realizarla?
Cada centro de salud funciona de diferente manera en el ámbito nacional y en las propias comunidades. Las personas cualificadas para la toma de muestras mediante colposcopia son los ginecólogos, médicos de Atención Primaria, matronas y enfermeras.
Es recomendable que aparte de la toma de muestras se haga una pequeña exploración ginecológica manual, que en este caso la hace el facultativo.
Una vez tomada la muestra se envía al laboratorio donde se analizará el tipo de células. En caso de existir cualquier anomalía es el especialista quien debe decidir la conducta a seguir.