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Salud familiar

Alopecia: causas y tratamientos

Problemas de alopeciaSi un refrán ha dejado de tener sentido es aquel que dice: “De aquí a cien años, todos calvos” y que se refiere a que al final el tiempo no iguala a todos en defectos o imperfecciones físicas. No es que su significado no tenga validez, que la tiene, sino que a ese anuncio de alopecia generalizada habría que añadirle un “si queremos”, de modo que el refrán quede: “De aquí a cien años, todos calvos… si queremos”.

Porque, vamos a ver, y aunque sigue siendo cierto que lo único que de verdad para la caída del cabello es el suelo, se han desarrollado soluciones en los últimos tiempos que permiten, dada su efectividad y precio, que la calvicie sea algo casi opcional. Pero vamos por pasos. Lo primero, antes de recuperar el cabello, es identificar por qué lo hemos perdido.

En la web del Instituto del Pelo Vila Rovira nos señalan cuatro grandes grupos en cuanto a causas de la alopecia: la androgenética o hereditaria –muy común y, en principio, irreversible-; la difusa, producida por factores como una alimentación deficiente, toma de ciertos medicamentos… esta sí, reversible si el factor que la causa desaparece; la areata, también irreversible y causada por estrés y factores inmunológicos que nos hace perder pelo en una zona determinada, en forma de parche; y la alopecia cicatricial que ocurre cuando se han dañado o destruido los folículos pilosos.

Según qué cause la alopecia, será el tratamiento

Según sea uno u otro el origen, será también el tratamiento. Así, si atendemos a lo que se dice en la web mencionada, en el caso de la calvicie reversible (difusa) se pueden aplicar tratamientos, como los aquí descritos, para frenar la caída y ganar densidad en el pelo. En cuanto a las alopecias irreversibles, la solución es doble y, eso sí, en ambos casos hay que hablar de injerto capilar.

En cualquier caso, el injerto ha evolucionado de un modo tal que se ha convertido en una operación indetectable para quien no se le dice que nos hemos trasplantado pelo propio. Y, cuando hablamos de “solución doble”, nos referimos a dos técnicas de injerto capilar: FUSS y FUE.

FUSS o FUE

La técnica FUSS traslada pequeñas áreas de cuero cabelludo con sus folículos, glándulas, etc. a sitios afectados por la calvicie. Se trata de un tratamiento que permite recuperar zonas relativamente amplias en no demasiadas sesiones. En su contra está que deja una fina cicatriz que, aunque se tapa con el pelo, no nos va a permitir llevar el cabello al rape o muy corto.

Por su parte, la FUE no deja cicatrices de importancia, dado que el injerto se hace casi pelo por pelo. En este caso, el inconveniente se refiere a que, dado lo lento del proceso, no tiene mucho sentido aplicarlo en zonas demasiado amplias.

Como puede puedes intuir por lo dicho no es una técnica mejor que la otra: todo depende de qué tipo de alopecia vamos a tratar, dónde se sitúa y qué extensión de piel queda al descubierto. Lo que sí parece evidente es que el refrán al que aludíamos al principio de este texto ha perdido, efectivamente, buena parte de su sentido.

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