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Oftalmología

Alteraciones de los párpados

Alteraciones de los párpadosTriquiasis

La triquiasis es una alteración adquirida de las pestañas en la que éstas crecen hacia el ojo en lugar de hacerlo hacia fuera. Esto se produce por la mala orientación de los folículos presentes en los párpados. La continua irritación de la córnea provocada por las pestañas, favorece la aparición de erosiones en forma de punto, que cuando aumentan de tamaño pueden dar lugar a úlceras corneales. Esta alteración puede aparecer en un ojo o en ambos y puede aparecer de forma aislada o asociarse a cicatrices en los párpados.

En ocasiones, por detrás de la fila normal de pestañas, surge una fila anómala de pequeñas pestañas que pueden también dirigirse hacia el ojo, produciendo erosiones. Esta patología se conoce con el nombre de distiquiasis.

El tratamiento en estos casos consiste en la depilación de las pestañas, ya sea por los métodos tradicionales o por aquellos que consiguen una depilación definitiva.

Madarosis

Se conoce como madarosis a la pérdida parcial o total de las pestañas. Este proceso puede ser debido a una alopecia generalizada, a diversas enfermedades como la psoriasis, el lupus, la lepra, la sífilis. La madarosis también puede ser secundaria a quemaduras, tratamientos médicos, o a la tricotilomanía o arrancamiento voluntario de las pestañas que suele asociarse a trastornos psiquiátricos.

Trastornos alérgicos

Los párpados suelen ser frecuentemente afectados por procesos alérgicos agudos, en los cuales pueden inflamarse de forma significativa al igual que las mucosas u otras zonas donde la piel es fina y elástica. Es frecuente también su inflamación por picaduras de insectos, produciéndose una llamativa inflamación en la zona.

La dermatitis atópica, una alteración de la piel relativamente frecuente, puede también afectar a los párpados. Este proceso, asociado muchas veces al asma y a la rinitis alérgica, produce zonas de eccema, con irritación crónica, enrojecimiento, picor y aparición de costras. El tratamiento consiste habitualmente en la hidratación de la piel junto al uso tópico de corticoides débiles.

Infecciones

Diversas infecciones cutáneas pueden afectar a los párpados, produciendo lesiones parecidas a las que aparecen en otras localizaciones. Así, el virus de la varicela-zoster, causante de la varicela y que tras la enfermedad permanece en estado inactivo en los ganglios sensitivos, puede reactivarse en una zona de la piel y dar lugar al herpes zoster. El herpes zoster se caracteriza por dolor y erupción cutánea con vesículas. Su tratamiento requiere agentes antivíricos que pueden aplicarse en pomada o por vía oral.

El herpes simple es otra infección por un virus que da lugar a erupción con pequeñas vesículas en la piel. Las vesículas se rompen y forman costras que curan en pocos días. En ocasiones pueden dar lugar a inflamación o erosiones en la córnea. Su tratamiento es con fármacos antivíricos.

El impétigo es una infección por estafilococo o estreptococo que produce una erupción con vesículas y ampollas que al romperse dan lugar a unas costras amarillentas. Su tratamiento está basado en la administración de antibióticos.

Blefaritis crónica

La blefaritis anterior crónica es una inflamación crónica del borde del párpado que suele afectar a ambos ojos. Puede asociarse a una infección por estafilococos y en ese caso se pueden producir pequeños abscesos y cicatrices en el borde. En otros casos, la blefaritis está asociada a dermatitis seborreica que produce enrojecimiento y descamación del cuero cabelludo, frente, pliegues de nariz y boca y zona central del pecho. Los principales síntomas de blefaritis son: enrojecimiento de los párpados, sensación de quemazón o arenilla, aparición de escamas o costras en la base de las pestañas y sensibilidad excesiva a la luz. A largo plazo, se pueden producir alteraciones de las pestañas, con caída o desviación de las mismas y cicatrices en los bordes de los párpados. El tratamiento se basa en una higiene diaria de los párpados para eliminar las costras y escamas y en la aplicación de pomadas antibióticas y con corticoides.

Existe también una blefaritis posterior crónica por secreción excesiva o inflamación de unas glándulas situadas en la cara posterior del párpado, que se conocen como glándulas de Meibomio.

Chalazión

El chalazión o quiste de Meibomio es una lesión inflamatoria crónica de las glándulas de Meibomio que se produce por la obstrucción de sus orificios de salida. Se forma así un nódulo o bulto indoloro en el párpado que tiene consistencia firme. Suele asociarse a blefaritis posterior. El tratamiento suele consistir en el drenaje quirúrgico del chalazión, realizando una incisión en él por la cara posterior.

También pueden inyectarse corticoides en la lesión. En los casos muy recurrentes puede ser útil un tratamiento preventivo con antibióticos.

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Categorías: Enfermedades, Oftalmología,
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