En el lenguaje tienen dificultades para construir frases correctamente, y conjugar los tiempos de los verbos.
La comprensión y la expresión son bajas para su capacidad mental.
La lectura suele ser mecánica, lo que les hace tener poco gusto por la lectura, debido al esfuerzo del niño en centrarse en descifrar palabras, sin atender al significado de las mismas.
Presentan dificultades para manejar el diccionario.
En la escritura es frecuente el agarrotamiento y cansancio muscular. La caligrafía es irregular y poco elaborada.
La recuperación del niño disléxico
El diagnóstico y la prevención deben empezar lo antes posible, desde el momento en que se observen las primeras anomalías. De este modo se evitan muchos problemas de inadaptación escolar y personal. Aunque la intervención se haga tempranamente, no se eliminan por completo las alteraciones, sino que en la mayoría de los casos hay que ir saliendo al paso de las dificultades que se van presentando, por lo que es aconsejable continuar con una tratamiento de mantenimiento.
El plan de recuperación en edad escolar está centrado en el área del lenguaje y en la inmadurez perceptiva y manual. Las actividades abarcan los siguientes aspectos:
Todos estos ejercicios de rehabilitación del disléxico deben aumentar su complejidad en función de la edad cronológica del niño, y estimular y adquirir aquellos aprendizajes en donde se haya quedado estancado.