¿Qué es ATM y cómo se trata? Lo que debes saber

La Articulación Temporomandibular es una de las partes más delicadas de nuestro cuerpo. A menudo, la usamos mucho y puede sobrecargarse fácilmente. En este texto, vamos a hablar sobre los problemas que pueden surgir en esta articulación desde la perspectiva de la fisioterapia. Primero, vamos a examinar cómo es esta articulación y cómo funciona en nuestro cuerpo. Después, vamos a discutir qué cosas pueden causar problemas en ella. Por último, vamos a ver qué tratamientos rehabilitadores pueden ayudar a aliviar el dolor y solucionar el problema. 

Qué es articulación temporomandibular 

Gracias a los expertos de la Clínica Aviñó Mira podemos dar respuesta a qué es ATM, sus síntomas y su tratamiento. Y es que poner fin al problema lo antes posible hará que podamos disfrutar de una mejor salud. Por ese motivo, con la ayuda de estos odontólogos esperamos resolver tus dudas. Y recuerda, ponerse en manos de profesionales es el mejor paso que puedes dar.  

La abreviatura ATM se refiere a la Articulación Temporomandibular, que es el punto de conexión entre el hueso temporal del cráneo y la mandíbula. Esta articulación es notable porque se encuentra cerca de la superficie y puede sentirse fácilmente. Para hacerlo, solo necesitas colocar la punta del dedo índice cerca de la oreja y observar el movimiento al abrir y cerrar la boca. 

La articulación temporomandibular (ATM) es extremadamente compleja y desempeña funciones vitales como la masticación, el habla y la respiración. A pesar de su importancia, es una estructura pequeña y constantemente sometida a estrés, lo que pone en riesgo su funcionalidad. Está compuesta por el cóndilo mandibular y la fosa glenoidea del hueso temporal del cráneo, así como por meniscos, músculos, ligamentos, cápsula articular y nervios. Los músculos masticatorios, como el masetero y el temporal, son especialmente relevantes y se evalúan en el tratamiento de disfunciones, pero no se deben pasar por alto otros músculos como el lingual, el mímico y el faríngeo. 

Es esencial tener en cuenta que, al ser bilateral, el movimiento en una parte de la ATM afecta al lado opuesto, lo que complica su biomecánica. Además, tanto el sistema oclusal como el neuromuscular son cruciales para su funcionamiento, ya que trabajan en conjunto para compensar cualquier alteración externa o interna. Cuando la adaptación a estas alteraciones ya no es posible, pueden aparecer síntomas de disfunción de la ATM, lo que puede provocar dolor en la vida diaria o interferir con la postura corporal. 

Es evidente cómo esta articulación puede verse afectada por diversas causas durante el crecimiento, además de estar conectada con el resto del cuerpo a través de inserciones musculares, fasciales y del sistema nervioso. Esto puede desencadenar molestias en la vida cotidiana o problemas posturales. 

ATM: síntomas más habituales 

En el caso de las patologías temporomandibulares, es esencial considerar una variedad de causas que pueden desencadenarlas: 

• Origen traumático, que puede derivar de lesiones o golpes en la mandíbula. 
• Causas posturales, relacionadas con la postura del cuerpo y la cabeza. 
• Problemas oclusales, vinculados con el encaje de los dientes superiores e inferiores. 
• Factores hormonales que pueden influir en la articulación temporomandibular. 
• Influencia visual, que puede afectar la forma en que se utiliza la mandíbula y la articulación. 
• Elementos disfuncionales, que pueden surgir de malos hábitos o movimientos incorrectos de la mandíbula. 
• Componentes artríticos, que involucran inflamación o desgaste en la articulación temporomandibular. 
• Posibles causas infecciosas o neoplásicas, aunque menos comunes, también deben considerarse. 
• Factores psicológicos, como el estrés o la ansiedad, que pueden contribuir a tensiones en la mandíbula. 

Las disfunciones más comunes que enfrenta un fisioterapeuta en estos casos incluyen: 

• Ruido o clics al abrir o cerrar la boca, a menudo acompañados de molestias o dolores en el oído que pueden irradiarse al ojo, a veces causando dolores de cabeza. 
• Limitación en la apertura bucal, lo que dificulta la alimentación. 
• Dolores de cabeza y migrañas, especialmente por la mañana o en momentos de fatiga o esfuerzo físico. 
• Bruxismo, que se manifiesta como el rechinar de dientes, generalmente durante la noche o en períodos de estrés. 
• Alteraciones en el movimiento de la mandíbula, como desviaciones que pueden generar sobrecargas en ciertas estructuras con el tiempo. 

Cómo es el tratamiento ATM 

A menudo, los problemas de la articulación temporomandibular (ATM) no se limitan solo a esa área, sino que implican una serie de disfunciones que requieren la intervención de varios especialistas. En estos casos, el fisioterapeuta colabora estrechamente con el dentista, el otorrinolaringólogo y el logopeda. La evaluación inicial es crucial, ya que permite identificar las disfunciones específicas que deben abordarse para encontrar la solución adecuada. Es importante destacar que las estrategias y técnicas de rehabilitación varían de un paciente a otro y también pueden cambiar a lo largo del tiempo según la evolución del individuo. 

Entre las técnicas más relevantes se encuentran: 

• Terapia manual: Esta técnica implica movimientos específicos realizados por un fisioterapeuta especializado para corregir el movimiento en la articulación, así como en otras áreas relacionadas como el cuello y los hombros. Estos movimientos no solo se centran en la articulación en sí, sino también en tejidos fasciales y musculares. Se pueden emplear técnicas osteopáticas, miofasciales y de liberación miofascial para tratar puntos gatillo y contracturas musculares, especialmente en los músculos masticatorios. 
• Ejercicios específicos: Se diseñan ejercicios para fortalecer y estabilizar los músculos involucrados en el movimiento mandibular, buscando equilibrar la función de ambos lados. 
• Automatización: Se enseñan al paciente técnicas para manejar su problema en situaciones cotidianas. Estas pueden incluir ejercicios de movilidad, fortalecimiento, relajación y reequilibrio, que deben repetirse varias veces al día debido a la constante tensión que soporta la articulación mandibular. 
• Ejercicios posturales: Son importantes para corregir posturas que puedan contribuir a la tensión en la ATM, especialmente en entornos de trabajo como una oficina, donde se debe prestar atención a la posición frente al ordenador y al teléfono, así como a la postura al sentarse. 
• Enfoque miofuncional: Se utiliza cuando los movimientos de la lengua pueden ayudar a estabilizar y movilizar la ATM, siendo especialmente útiles en determinadas situaciones. 
• Terapias: las terapias no farmacológicas pueden ser de gran ayuda. En este caso suelen incluir férulas orales o protectores bucales, fisioterapia y asesoramiento psicológico. 
• Cirugía: si los anteriores métodos no dan resultados entonces es el momento de dar el último paso. En este caso se pueden usar procedimientos como la artrocentesis, inyecciones de corticoesteroides, artroscopia temporomandibular, condilotomía modificada o cirugía de articulación abierta.