Si estás pensando en hacerte un implante de cabello o quieres conocer más acerca de estas técnicas a continuación te presentamos una selección de las mejores técnicas para hacerse un implante de pelo que existen. Echa un vistazo a este análisis de las mejores técnicas para hacerse implantes de pelo del momento.
En primer lugar encontramos la FUT o FUSS. Se trata de una técnica bastante agresiva porque se basa en la extracción de los pelos o unidades foliculares con tira. Con este tipo de técnica se corta directamente de la nuca toda una tira de cuero cabelludo con una extensión de unos veinte centímetros de largo y aproximadamente un centímetro de ancho. Después esta tira de cuero cabelludo se corta en trozos más pequeños y sus folículos pilosos se van ubicando en diferentes grupos en las zonas que se quieren repoblar con cabello. Es un tipo de técnica realmente eficiente y con cada sesión se consiguen implantar aproximadamente entre 1500 y 3000 folículos. Cabe esperar que después de esta técnica quede una gran cicatriz ya que se necesitan hasta catorce días pada poder quitar los puntos. Después debes tener en cuenta que la recuperación será dolorosa y antes de la operación que siempre hace falta usar anestesia local para realizar este tipo de implante.
Como nos explican desde fuemedicalcenter, clínica especializada en todo tipo de trasplantes capilares, incluidos los trasplantes de barba, sin duda se trata de una técnica que se suele utilizar en los casos de alopecia en los que ésta afecta de forma directa a extensiones muy grandes del cuero cabelludo. Cabe reseñar que algunas veces este tipo de técnica también se complementa con algo de la técnica FUE para conseguir obtener folículos también de los lados del cuero cabelludo para tener más pelo y de mayor calidad para repoblar las zonas más complicadas.
Este tipo de tratamiento o de técnica para el implante de cabello es un poco menos agresiva que la anterior. Con la FUE se extraen las unidades foliculares una a una con lo que el proceso es bastante más delicado y costoso pero al mismo tiempo no se hacen cortes en el cuero cabelludo sino que simplemente se van extrayendo los folículos para después implantarlos en las zonas que se quieren repoblar. Es la mejor técnica para las personas que no quieren sufrir ningún dolor ni tener cicatrices y además no hace falta anestesia para hacer este procedimiento, sólo una pequeña sedación para no sentir molestias. Este tipo de técnica se prepara y se realiza de forma que el pelo que se extrae no marca ninguna diferencia en las zonas en las que se ha quitado ya que no se nota a nivel de densidad capilar pero en cambio resulta definitivo para repoblar las zonas sin cabello.
Teniendo en cuenta cómo de grande sea la zona que se quiere repoblar con cabello quizá hagan falta muchas sesiones porque con cada una de ellas se trasplantan unos 4000 folículos pilosos, pero como decimos esto dependerá de cada caso en particular.
Por último encontramos una técnica para realizar implantes de cabello realmente novedosa que es la técnica robotizada y se basa en una clásica técnica FUE pero esta vez asistida de forma eficiente por un experimentado robot con el que realizar las unidades foliculares es mucho más sencillo, rápido y seguro para los pacientes.
Por supuesto se trata de una técnica novedosa y por tanto su precio es mayor pero es la mejor alternativa para todas las personas que están buscando unos resultados óptimos y no les importa que los costes aumenten. Cuando se extraen los folículos se dividen en número de pelos para después implantarlos en las zonas delicadas que cursan alopecia. Los folículos que llevan tres o cuatro pelos se ubican siempre en las zonas en las que se busca mayor densidad capilar mientras que los de uno o dos pelos se ponen en las zonas de transición y en las de inicio del cabello línea de implantación.
Para colocar o implantar el cabello en estos casos se usa la denominada anestesia tumescente que no es otra cosa que la inyección del líquido anestésico bajo el cuero cabelludo para poder hacer pequeñas incisiones con un pequeño tamaño de milímetros que van dejando paso a los folículos para colocarlos de forma delicada y sencilla con pinzas milimétricas. Se trata de un trabajo delicado que deben realizar siempre los mejores profesionales y que ocupa la mayor parte del tiempo que dura este tipo de técnica de implante del cabello.