Cómo aprobar el EIR: las claves de profesionales del sector

Si has estudiado enfermería y tienes claro que quieres dedicar tu vida a ello, el siguiente paso es hacer el examen EIR. Puede que andes un poco perdido en cuanto a este tipo de titulación se refiere, pero para entrar a formar parte de forma especializada en el sector del a enfermería es necesario que superes un examen, así que aquí vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre el EIR y cómo aprobarlo.

Qué es el EIR

Las siglas EIR responden a Enfermera Interno Residente, y el objetivo es formar a enfermeros ya graduados o titulados a nivel general para obtener plaza como especialistas dentro de un sector específico de la enfermería. Cada año se realiza el examen EIR para que los estudiantes de Enfermería obtengan su residencia para formarse en una especialidad. Hay que tener en cuenta una serie de requisitos para poder presentarte a este examen, y tener claro que se trata de una preparación exhaustiva para una especialidad, por lo que se trata de un arduo trabajo similar a una oposición que tendrá como destino formarse como especialista durante los próximos dos años en una determinada Unidad Docente.

Entre las especialidades a las que puede optar toda persona que quiera someterse al EIR está la obstétrico-ginecológica, la enfermería de salud mental, enfermería del trabajo, la familiar y comunitaria, la pediátrica y la geriátrica.

El EIR consta de diversas fases: la primera es la realización del examen, que suele tener 175 preguntas, más diez de reserva añadidas, y una duración máxima de 4 horas. La nota que se saque en este examen corresponde al 90% de la nota final, por lo que es de vital importancia preparárselo bien, pues si suspendes el examen no tendrás posibilidades de acceder a tu especialidad y tendrás que esperar al año siguiente. El otro 10% corresponde al expediente académico con el que cuentes, así como con el doctorado, en caso de que dispongas de uno.

Un par de semanas más tarde se publican las plantillas con las respuestas correctas al examen y empieza el plazo de reclamaciones, en caso de que al comprobar las respuestas correctas con las dadas por ti en el examen tengas dudas o quejas sobre el resultado final. Una vez se publique la lista definitiva se celebra la asignación de plazas, y en función del número de plaza que haya obtenido el alumno aprobado podrá escoger especialidad y ubicación.

Cómo aprobar el EIR

Para aprobar el EIR lo primero que tienes que hacer es buscar una buena academia EIR. Por nuestra parte recomendamos siempre https://lomaseir.com/, ya que se trata de una academia online llevada por profesionales del sector que ofrecen asesoramiento personalizado y cuentan con libros de preparación y de preguntas para que puedas llegar al examen lo mejor preparado posible. Sea como fuere, prepararte por tu cuenta para el examen probablemente te garantizará unos resultados peores que si cuentas con la ayuda de especialistas. Asimismo, una academia te da el material necesario para formarte y estudiar correctamente el temario que se contempla para el examen, y podrás experimentar con simulacros de examen que te ayudarán a saber cuál es tu nivel de preparación de cara al día de examinarte. Al fin y al cabo, la oportunidad de llevar a cabo este examen se da una vez al año, así que es preferible tener claro que vas con lo mejor de ti que no ir probando año tras año sin resultados.

Una vez dispongas de una academia en la que prepararte para el EIR, consigue los libros que la academia te facilite para ello. Por un lado, necesitarás el manual EIR, que contendrá todo el temario del EIR actualizado, y por otro lado el libro de preguntas, donde podrás consultar las preguntas que se han hecho en el examen durante los últimos diez años, pudiendo así saber más o menos el tipo de información que solicitan, el tipo de pregunta que es y cuál es la respuesta correcta a determinadas preguntas que podrían volver a salir cuando seas tú quien se examine.

Una vez dispongas del material tendrás que organizar bien tu tiempo de estudio. Contar con una academia te ayudará a hacerlo en mejor medida, pero dividir el temario y decidir cuántas horas vas a dedicarle al estudio depende enteramente de ti, por lo que debes tenerlo claro conforme empieces el proceso de preparación. Combina las horas de estudio con simulacros de examen y preguntas tipo test, y asegúrate de reforzar aquellos temas o cuestiones en los que más falles en los simulacros para reforzar los conceptos que no tengas claros.

En definitiva, tres claves para aprobar el EIR: cuenta con una academia especializada que te guíe durante el proceso, te provea de los materiales necesarios para examinarte y te asesore cuando tengas dudas o te quedes atascado en algún punto; crea un calendario específico para estudiar y cíñete a él para dedicarle al estudio las horas necesarias, sin olvidarte los más que necesarios descansos para procesar la información y no saturarte; y alterna el estudio con la realización de simulacros, localizando así tus puntos débiles y preparándote mejor para la experiencia misma del examen.

Trucos para aprobar el EIR

Un par de trucos que te ayudarán a aprobar el EIR una vez te enfrentes al examen: en primer lugar, el día mismo del examen procura no saturarte. No es difícil intuir que ese mismo día estarás tan agobiado que no podrás evitar pensar en el examen constantemente, pero algunos profesionales y personas que ya han experimentado con éxito el EIR recomiendan no estudiar durante las horas previas al EIR. Es demasiado tentador repasar una y otra vez los conceptos que ya deberíamos tener claros, pues la inseguridad muchas veces nos juega una mala pasada, pero hacerlo puede mermar nuestra confianza en lo que ya sabemos y además puede confundirnos, ya que no se trata de un repaso más del temario sino de un temario lleno de nervios que podría perjudicarnos. Según algunos enfermeros que ya han pasado por esta experiencia, lo mejor es dedicar la mañana del día anterior a repasar los conceptos clave y luego olvidarse del examen durante el resto del día y hasta que empiece.

Asimismo, una vez recibas el examen, teniendo en cuenta el tiempo que tendrás disponible para realizarlo, nuestra recomendación es que hagas tres lecturas: la primera sin responder a nada, únicamente leyendo las preguntas para hacerte una idea general de cómo será el examen. En la segunda, responde todas aquellas preguntas que sepas con seguridad, no intentes hacer las preguntas que no tienes del todo claras, rellena las que sepas que conoces. Y finalmente, en la tercera lectura, ataca las preguntas con las que puedes tener más dudas, pues de este modo, si finaliza el tiempo, tendrás la seguridad de que has reflejado lo que sabes bien, y también aquello sobre lo que tal vez no te sientes tan seguro.