La ansiedad es un problema que afecta a una gran cantidad de personas a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, más de 260 millones de personas padecen algún tipo de trastorno de ansiedad en todo el mundo. Los estudiantes, debido al estrés al que están sometidos constantemente, son un sector muy propenso a padecer ansiedad. Y es que, en ocasiones la carga de trabajo, sumada a otros factores, pueden provocar que los estudiantes no sepan como gestionar el estrés y se vean afectados por la ansiedad académica.
A continuación, analizamos cómo detectar la ansiedad académica, en qué situaciones suele ser más frecuente y algunas técnicas para aprender a controlarla y evitar que esta vaya a más.
La ansiedad es un estado de alama en el cual se mantiene un individuo ante una situación que considera amenazante. Esta cumple un papel fundamental en la supervivencia de los seres humanos, sobre todo a lo largo de los miles de años de evolución en los cuales las personas estaban más expuestas a enfermedades mortales o a factores que condicionaban su vida de manera más pronunciada. El problema de la ansiedad tiene lugar cuando esta se mantiene durante mucho tiempo en la persona y no desaparece el estado de alarma, pasando a convertirse en un trastorno —incluso aunque el problema haya desaparecido—.
Existen varios indicadores que sirven para detectar si el estudiante padece ansiedad académica o está en riesgo de padecerla. Muchos de ellos están basados en patrones de comportamiento de las personas que han sido diagnosticadas con este trastorno. Los más destacados son:
Gestionar la ansiedad académica es algo que depende de cada uno. Lo más importante de todo es tomar conciencia de la situación en la cual se encuentra el estudiante para ser capaz de tomar decisiones racionales y evitar que el cerebro cause dicho trastorno. Es necesario, pues, dedicar el tiempo que sea necesario a reflexionar para asimilar el problema y analizar las soluciones.
Conversar con personas que han pasado por el mismo problema es una medida que puede ayudar a solucionar el problema. Muchas veces no se habla por vergüenza o por desconocimiento. Una vez que se toma conciencia, compartir experiencias puede ser muy beneficioso.
Por último, es aconsejable que la persona que padece ansiedad académica aprenda algunas técnicas de relajación y las aplique siempre que sienta que las necesita. Existen una gran cantidad de técnicas de respiración, por ejemplo, que ayudan a mejorar la concentración del estudiante y a relajarse.