Roncar puede ser mucho más que una molestia para la pareja
Es mucho más que un problema de “ruido”. Los ronquidos, además de minar la relación de una pareja, pueden estar asociados al síndrome de apnea de sueño, un trastorno que acarrea graves problemas de salud, por lo que se hace necesario prestar una especial atención a estos molestos sonidos.
Los ronquidos se producen por las vibraciones que realiza el velo del paladar al pasar el aire durante el sueño, y que se originan al colapsarse las partes blandas comprendidas entre la cavidad bucal y la faringe. Normalmente, el problema se manifiesta cuando el sujeto comienza a dormirse.
El ronquido tiene en la actualidad un creciente interés en nuestra sociedad y se sitúa entre los problemas de gran trascendencia para la salud, ya que, además de molesto, es preocupante y no sólo desde el punto de vista social y en el entorno familiar, sino también desde el punto de vista médico, debido a que altera el patrón del sueño y priva al roncador de un descanso adecuado.
Según un estudio elaborado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el 60 por ciento de los hombres adultos roncan de forma habitual mientras duermen, frente al 40 por ciento de las mujeres mayores de edad.
La mayoría de los casos reconocidos son leves y se solucionan con una simple corrección de la postura, aunque también puede deberse a un problema orgánico (desviación del tabique nasal, etc), o al reblandecimiento del los tejidos de la lengua, la garganta y el paladar.
Más hombres que mujeres
Según destacan los expertos en trastornos del sueño, los ronquidos se dan con mucha más frecuencia en hombres que en mujeres, aunque no se sabe muy bien por qué. Así, señalan que “en las unidades del sueño la proporción es de 10 a 1 a favor de ellos, pero esto puede obedecer a que la mujer empuje más a su marido a acudir a este tipo de unidades o simplemente que él ronque más y más fuerte y no oiga a su pareja. Además, por algún motivo que tampoco conocemos, durante la edad fértil la mujer tiene menos problemas respiratorios, pero una vez llega a la menopausia empieza a roncar más".
Los ronquidos guardan también una estrecha relación con la postura. Así, los expertos señalan que son más habituales en quienes se acuestan boca arriba que en quienes lo hacen boca abajo o de lado, y por eso los grandes roncadores suelen dormir mirando al techo.
La explicación médica se encuentra en que, durante el sueño, la relajación muscular hace que la mandíbula descienda ligeramente y la boca queda entreabierta, con lo que la lengua cae hacia atrás si la persona está durmiendo boca arriba. Eso hace que se dificulte el paso del aire y la respiración se vuelva ruidosa.
Así una persona puede roncar por diferentes motivos: disminución del tono muscular en la lengua o en los músculos faríngeos; aumento de tamaño de las amígdalas o adenoides, como ocurre en los niños y en personas obesas; excesiva longitud del paladar blando y de la campanilla; obstrucción de las vías respiratorias nasales, etc.
También existen una serie de factores que favorecen el ronquido, entre ellos se encuentran la obesidad, el consumo de alcohol, tabaco o tranquilizantes, y las alteraciones de las fosas nasales como desviación de tabique, pólipos o rinitis.
Relación con el síndrome de apnea del sueño
Sin embargo, en ocasiones los ronquidos pueden ser un síntoma de determinados problemas de salud, entre los que sobresale el conocido como síndrome de apnea del sueño (SAHS), padecido actualmente, según estimaciones de los neumólogos, por el 2 por ciento de las mujeres y en torno al 4 por ciento de los hombres adultos, lo que supone una cifra de aproximadamente un millón de afectados en España.
En el caso de la apnea del sueño, los ronquidos adoptan una característica muy llamativa, pues suelen ser estentóreos y poco regulares. Según destacan desde la SEPAR, "es como si de pronto el individuo, que en realidad lleva sin respirar diez o más segundos, se diera cuenta de que necesita inhalar aire e intentara atraparlo todo en un instante".
Estos sonidos estrepitosos y un tanto extemporáneos hacen aconsejable ponerse en manos del médico, pues la apnea del sueño, además de provocar una excesiva somnolencia al día siguiente, se ha relacionado con problemas de hipertensión, trastornos cardíacos y una probabilidad de sufrir accidentes de tráfico que multiplica por seis la de un conductor normal.
Además, las personas que padecen este síndrome también suelen presentar otros síntomas como dolor de cabeza matutino, sensación de no haber descansado durante la noche, irritabilidad, sueño agitado con frecuentes sobresaltos, pérdida del deseo sexual, enuresis (micción involuntaria), y problemas de atención y de memoria, entre otros.
Consecuencias para la pareja
Además de consecuencias físicas para el roncador crónico, este trastorno puede llegar a convertirse en un grave problema para sus parejas. Y es que, según las conclusiones de un estudio elaborado por un equipo de investigadores de la Universidad de Surrey (Reino Unido), en el que analizaron el caso de 25 parejas, muchas mujeres pierden entre una y cinco horas de sueño a la semana por los ronquidos de su pareja.
"Las mujeres escuchan los ronquidos de sus compañeros, y en algunas ocasiones les sacuden un poco, suavemente, para que dejen de roncar, pero no los despiertan", señaló Sue Venn, del Departamento de Sociología de Surrey, agregando que incluso algunas se marchan a otra habitación para poder conciliar el sueño. "Generalmente aceptan el ronquido del otro, pensando en lo que es mejor para su pareja", señaló.
Sin embargo, cuando son las mujeres las que roncan, los hombres tienden a despertarlas para que dejen de roncar. "Las mujeres parecen sentirse avergonzadas de sus ronquidos, pero es importante que busquen ayuda y que averigüen (al igual que los hombres) si este ronquido es perjudicial o no para su salud", aconsejó Venn.
Y es que el ronquido puede tener unos efectos devastadores en las relaciones de pareja, pudiendo ocasionar incluso que algunas se separen, por lo que lo importante es buscar la ayuda necesaria para acabar con el problema.
¿Es posible dejar de roncar?
Como tratamiento, en general se recomiendan una serie de medidas: realizar ejercicio físico que mejore el tono muscular y ayude a perder peso; evitar sustancias como el alcohol, pastillas para dormir, tranquilizantes y antihistamínicos con efectos sedantes; no realizar comidas copiosas por lo menos las tres horas antes de irse a la cama; establecer un ritmo de sueño-vigilia regular; no dormir boca arriba; y abandonar el hábito tabáquico.
También hace unos meses ha sido aprobado en España un nuevo tratamiento para eliminar los ronquidos de nariz y garganta. Dicho fármaco se ofrece en varios formatos, y su mecanismo se basa en la capacidad de lubricar la mucosa de la garganta y de las vías nasales mediante una formulación basada en aceites esenciales.
Si a pesar de todo esto el ronquido persiste, ya que puede ser debido a problemas en los órganos de la cavidad bucal y la faringe, el tratamiento dependerá de la causa que lo origine. Cuando se debe a desviación del tabique nasal o a hipertrofia de amígdalas o adenoides se puede realizar una corrección mediante cirugía de estos problemas. También existen técnicas quirúrgicas que mediante la resección de tejidos resuelven los problemas del paladar y la úvula, consiguiendo una vía aérea más amplia por donde el aire pase sin generar vibraciones.
Y si el paciente ha sido diagnosticado de SAHS, además de las medidas generales comentadas con anterioridad se pueden indicar dos tipos de tratamiento: el CPAP nasal, que consiste en la aplicación de una presión positiva continua en la vía aérea mediante una mascarilla nasal durante la noche; o el tratamiento quirúrgico, que mediante diversas técnicas intenta aumentar el diámetro del espacio aéreo posterior.