El mal aliento es también conocido como halitosis y consiste en un mal olor que está provocado por residuos de bacterias, la descomposición de restos de alimentos que no hayan sido correctamente retirados tras el cepillado, además de una mala higiene dental. Estos restos, al descomponerse, producen un compuesto de azufre que será el responsable más directo de este olor desagradable.
En este artículo queremos explicarte cuáles son las principales causas del mal aliento, para que puedas prevenirlas o tratarlas de raíz, eliminando así el problema que causa la halitosis.
Una de las causas más obvias del mal aliento es debida a una infección en las encías, especialmente cuando éstas no son cuidadas como se debería. El cuidado de las encías incluye un cepillado meticuloso, con un cepillo de cerdas suaves que no causen rasguños en las encías ni su inflamación. Además, el hilo dental también está muy recomendado, igual que los irrigadores dentales.
Ligado a lo anterior, están los dientes sucios o con una higiene poco adecuada, ya que esto fomentará que se acumulen tanto en los espacios entre dientes como en las encías todo tipo de residuos y restos de alimentos que acabarán descomponiéndose y causarán mal olor en la boca.
Reducir la cantidad de residuos que habitan en la boca es fácil si te realizas un correcto cepillado al menos dos veces al día, pese a que la recomendación más adecuada que recibidos de la clínica dental de ClinicaPeydro.es sería cepillarse los dientes después de cada ingesta de alimentos y un enjuague bucal con agua y colutorio, de ser necesario.
Mucha gente desconoce que saltarse comidas es una de las causas de mal aliento, ya que hace que la producción de saliva se vea exponencialmente reducida y, con ello, que las bacterias no sean lavadas y expulsadas de la boca. Esto ocasionará sequedad bucal, lo que también podría repercutir en un doble problema, no sólo de halitosis, sino también de acidez estomacal generado por estrés. Aumentar la producción de saliva cuando se tiene el estómago vacío es fácil si se mastican chicles o se procura beber entre comidas.
Que fumar causa aliento a tabaco que puede resultar muy desagradable para un gran número de personas es algo que todos sabemos. Pero también está directamente relacionado el hecho de fumar con la sequedad de la boca, lo que destruye los anticuerpos de la saliva que están encargados de combatir contra las bacterias que causan halitosis o mal aliento, además de otros problemas que pueden resultar más molestos, como las caries.
Mucha gente cree que, cepillándose los dientes, ya se están asegurando de tener una higiene bucal adecuado y lo cierto es que están equivocados. La lengua es una de las partes de la boca que muy poca gente se molesta en limpiar y es responsable de gran parte de la acumulación de bacterias.
La limpieza de la parte posterior de la lengua hará que te beneficies combatiendo el mal aliento y podrás realizar esta limpieza con un cepillo de dientes de cerdas suaves.
En algunas ocasiones esporádicas, el mal aliento puede estar originado por pequeñas piedras que se forman a la altura de las amígdalas y que son recubiertas poco a poco de bacterias, haciendo que se produzca el mal olor.
Las infecciones o inflamaciones en senos paranasales o en la garganta también son responsables de la temida halitosis, ya que contribuyen al goteo nasal posterior.
Algunos medicamentos hacen que la boca se reseque y, por lo tanto, contribuyen a que se produzca el mal aliento de manera indirecta. Otros medicamentos se descomponen en el organismo humano, haciendo que se liberen sustancias químicas que se transportan en la exhalación del aliento.