En la actualidad, con el ritmo de vida que llevamos la mayoría de personas, es mucho más sencillo de que parece el tener un accidente y hacerse un corte bastante profundo. Para ello, es interesante conocer los primeros auxilios a llevar a cabo para lograr responder ante esta lesión de forma realmente rápida y eficiente.
En primer lugar hay que tener en cuenta que para curar una herida se debe valorar su profundidad y tamaño. Si se trata de un corte pequeño y bastante superficial, con un antiséptico y cualquier apósito o tirita será suficiente mientras que, si se trata de una herida más profunda habrá que tomar algunas medidas.
Primero que nada se deberá sellar la herida para que deje de salir sangre. Existen diferentes opciones como los puntos de sutura, el pegamento de heridas etc. Si se considera necesario se anestesiará la zona en el centro médico para poder poner los puntos si dolor. Se trata de un procedimiento que se podrá realizar si el corte es reciente, con lo que no deberán de haber pasado más de seis horas. Si se trata de un corte que parece estar infectado no debe suturarse sino que se tendrá que curar con povidona yodada cada día, aplicando también antibióticos de forma oral o en crema.
Existen un gran número de ocasiones a lo largo del día en las que podemos sufrir un accidente de este tipo: desde en el trabajo, manipulando cualquier tipo de cuchillo o cúter hasta en el hogar, con unas sencillas pero eficientes tijeras de poda y es por ello que resulta realmente importante estar preparados/as para poder actuar en estos casos.
Aunque se trata de heridas consideradas como primarias, no se recomienda practicar deportes acuáticos hasta que se retiren los puntos o las grapa. Es realmente importante tratar este tipo de heridas lo antes posible puesto que si se infectan la cicatrización se puede incluso complicar y pueden llegar a quedar cicatrices.
Si el corte se ha hecho en una zona en la que hay una articulación se recomienda no realizar deporte si se utiliza la zona en la que se encuentra la herida, aunque lo mejor será consultar al médico puesto que en algunos casos incluso se inmovilizará la zona con una férula. Además, si no se tiene la vacuna contra el tétanos o la dosis se administró hace más de diez años, probablemente habrá que ponerse el recuerdo de esta vacuna.
Así, lo primero será limpiar la herida utilizando guantes de protección (a no ser que alguien se esté curando a él mismo/a) y mantener la zona en alto o evitar cómo se pueda que se pierda mucha sangre. Después, se tiene que lavar la zona con suero o con agua, sin restregarla y finalmente se debe esterilizar. Si aún así no para de sangrar habrá que ejercer presión sobre la herida.
Después se tiene que colocar un vendaje compresivo, aunque se tiene que tener en cuenta que no valdrá para todas las lesiones, como por ejemplo en el cuello, dónde se podrá presionar hasta que se detenga la sangre. Cabe reseñar que según qué lesiones deberán ser tratadas de forma inmediata con el médico para asegurarse de que todo se hace correctamente.
Fuentes: Elmundo.es - CruzRoja