Dentro de las enfermedades reumáticas, la artrosis, caracterizada por el desgaste progresivo del cartílago que amortigua nuestras articulaciones, es la más frecuente. Para tener una idea, tan sólo en España, siete millones de personas padecen esta patología, siendo las tres cuartas partes del sexo femenino. Aunque se asocia comúnmente con la vejez, la artrosis puede atacar nuestro organismo en etapas más tempranas, razón por la cual es preciso conocer los tratamientos más efectivos para aliviar o retrasar su desarrollo. Aquí te van algunos remedios naturales infalibles. Conócelos.
La combinación del frío y el calor puede ser un remedio muy efectivo para la artrosis. Utiliza una compresa de gel bien fría y repasa las articulaciones afectadas durante quince a veinte minutos. Posteriormente, calienta la propia compresa y repite el procedimiento durante diez o quince minutos. Esto te permitirá no sólo reducir la inflamación propia de esta patología, sino también mitigar el molesto dolor.
La práctica de actividades físicas es sinónimo de buena salud, pero en el caso de la artrosis, esta costumbre nos permitirá reforzar nuestro sistema muscular, proteger las articulaciones y favorecer nuestra propia autonomía. Algunas actividades como el yoga, el ciclismo, la natación, y hasta sencillos ejercicios de estiramientos, son excelentes para alcanzar un mayor bienestar. Al mismo tiempo, estaremos combatiendo el sobrepeso, una cualidad que puede afectar nuestros tejidos y articulaciones.
En nuestro día a día, raras veces somos conscientes de la importancia de asumir una correcta posición. Trata de dormir sobre un colchón plano y sin hendiduras, y del mismo modo, evita sentarte en sofás con abolladuras y sillas sin un respaldo adecuado. Lo más importante aquí es que nuestras rodillas y caderas mantengan siempre una posición natural y cómoda.
Si bien hemos hablado de los efectos perjudiciales de la obesidad y el sedentarismo, no es menos cierto que el reposo relativo también es necesario si padecemos de artrosis, especialmente durante los períodos de dolor intenso. Al mismo tiempo, es esencial no sobrecargar demasiado las articulaciones durante nuestras actividades cotidianas. Por ejemplo, utiliza un carrito para las compras, alivia la carga del cuerpo mediante un bastón y evita caminar por terrenos irregulares.
Si tenemos en cuenta que nuestros pies y articulaciones inferiores son las encargadas de amortiguar el impacto del suelo al caminar, no es difícil darse cuenta que el uso de un calzado adecuado es una cuestión básica para mitigar el dolor de la artrosis. Los zapatos de suela gruesa son ideales para estos casos, mientras que el calzado con tacón elevado debe evitarse a toda costa.
Es imprescindible abogar por alimentos que contengan abundante calcio y productos como la gelatina, esencial para el cartílago del organismo. Al mismo tiempo, la recomendación también incluye el consumo de hortalizas de hoja verde (pepino, apio, zanahoria, col, etc.) y frutas (kiwi, pomelo, fresas, etc.), ricas en antioxidantes y vitaminas beneficiosas para la salud ósea de nuestro organismo. En cuanto a los cereales integrales y los lácteos (preferiblemente de origen vegetal), estos alimentos también aportan energía y oligoelementos esenciales.
En este apartado debemos destacar las exquisitas propiedades de la cola de caballo, cuyo contenido de silicio hace a esta planta prácticamente irremplazable dentro de los tratamientos para la artrosis. Del mismo modo, el jengibre contiene propiedades antinflamatorias de las cuales podemos beneficiarnos, mientras el harpagofito nos aliviará el dolor de una manera sorprendente. Finalmente, la ortiga es una hierba medicinal igual de eficaz para los dolores reumáticos (utilízala en tus baños diarios), al igual que la cúrcuma.