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Salud de los ancianos

Importancia de una vida saludable al llegar a la vejez

Importancia de una vida saludable al llegar a la vejezMucho se ha hablado en los medios de la importancia de llevar una vida saludable, sobre todo cuando se llega a la tercera edad. Sin embargo, estadísticas públicas revelan que el sedentarismo y la obesidad están haciéndose cada vez más presentes en las distintas etapas de la vida de los españoles, la vejez entre ellas.

Por tanto, hablar cuanto se pueda de la utilidad de realizar ejercicios físicos, así como de mantener correctos hábitos alimenticios y otras prácticas saludables, nunca será demasiado y siempre oportuno.

En este artículo intentaremos reafirmar la importancia de llevar una vida saludable en la vejez, a partir de la descripción de tres prácticas o rutinas que consideramos básicas y definitorias de esa condición de saludable.

Caminar, una actividad esencial

El caminar aunque sea unos pocos kilómetros a diario es una actividad esencial para mantenernos saludables. Sin embargo, hoy en día muchas personas prescinden de ella e incluso acuden al coche o un taxi para recorrer distancias realmente cortas que bien pueden cubrirse caminando, sin mucho esfuerzo y en poco tiempo.

Renunciar a caminar y condenarnos al sedentarismo más extremo, ese que nos hace no desplazarnos por nuestro medio natural ni tan siquiera en las distancias corticas de todos los días, puede traernos daños severos a nuestra salud, los cuales se hacen más notorios durante la vejez.

Entre esos daños podemos hablar de problemas con la presión arterial, dolores de hueso, artritis, estrés, cefaleas y muchos más.

Por el contrario, son muchos los beneficios para la salud que tiene el caminar, como la activación del flujo sanguíneo y la prevención de la coagulación, además de la activación que hace de las funciones de múltiples sistemas de nuestro organismo.

Asimismo, caminar es una práctica ecológica y beneficiosa para el corazón y el sistema respiratorio, recomendada por los médicos como terapia para padecimientos como las afecciones cardiacas, la diabetes, la depresión y la artritis.

¿Cuánto caminar y cómo hacerlo?

A algunas personas les puede resultar aburrido, pero por qué no usar el desarrollo para hacer el caminar más entretenido. Hoy podemos hacer los 15 minutos diarios de caminata, el tiempo recomendado por los especialistas, escuchando nuestra música preferida o programa radial, o quizás realizando actividades más tradicionales como paseando nuestro perro, si es que tenemos. 

Al entretenimiento de la música podemos sumarle la superación diaria, midiendo la distancia que somos capaces de recorrer o el número de pasos que damos. Para tal fin puede serte muy útil este podómetro digital que puedes comprar en Amazon. Tan sencillo como llevar una pulsera en la muñeca y registrar toda la actividad: pasos, calorías consumidas, distancia recorrida,…

Realmente, las desventajas que se le puedan señalar al caminar apenas se perciben en comparación con sus múltiples beneficios. Además de los generales mencionados, otros más específicos y de especial relevancia para los adultos mayores son que eleva la flexibilidad de las piernas y el flujo sanguíneo necesario para ejecutar variados esfuerzos necesarios en la vida diaria, y que mejora el retorno venoso, indispensable para prevenir problemas circulatorios frecuentes tales como edemas y varices.

Igualmente, caminar fortalece los músculos, lo cual hace que incluso en la vejez se puedan tener mayores niveles de fuerza, resistencia, reflejos y ligereza. Entonces, dados todos los beneficios y ventajas, cómo es posible que tantas personas renuncien a caminar, una actividad esencial para agenciarse una vejez saludable.

Otras actividades físicas

Además de caminar, existen otras actividades físicas que se pueden hacer en el propio hogar, con sus consecuentes beneficios para la salud. Estas actividades no son nada del otro mundo, pues gran parte de ellas son los propios quehacer domésticos, que en ocasiones distanciamos su realización más de la cuenta.

Como ejemplo podemos hablar de limpiar y ordenar, tareas habituales que aunque no lo percibamos, trabajan nuestros músculos al mantenernos activos.

Mantenerse hidratados y llevar una dieta adecuada

Por supuesto, además del ejercicio existen otros elementos de suma importancia para la salud. Uno de ellos es la alimentación, indispensable para obtener la fuerza necesaria que precisamente permite ejercitarse con eficiencia.

Una vida saludable al llegar a la vejez sólo es posible mediante el mantenimiento de una dieta balanceada y una hidratación adecuada.

No vamos a extendernos sobremanera en estos puntos pues abunda la bibliografía al respecto, pero si podemos apuntar como algo básico y clave la importancia de mantenerse hidratados, como garantía de una piel fuerte, y de definir a las frutas como un componente esencial de la dieta, por su condición de antioxidantes naturales que ayudan a evitar el envejecimiento rápido de nuestro cuerpo, debido a la neutralización que hacen del daño potencial de los radicales libres resultantes de la oxidación natural de las células.

Incorporando estas prácticas a la vida diaria, sin dudas tendremos más salud al llegar a la vejez, con lo cual será una etapa igual de encantadora que cualquier otra.

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