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EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica

Radiografía de tórax

Radiografía de tórax¿Qué es la radiografía de tórax?

No es, ni más ni menos, que una fotografía del pecho obtenida con rayos X.

¿Cómo se realiza una radiografía de tórax?

Los rayos X aparecen cuando hacemos chocar electrones a gran velocidad contra algún objeto que hace que se frenen de golpe. Así pues, para producir rayos X es necesario tener una fuente de electrones a alta velocidad y una diana. Esto es el tubo de rayos X.

Todo el mundo conoce ya que los rayos X tienen la propiedad de atravesar la materia; es precisamente esta propiedad lo que les va ha hacer de tanta utilidad en medicina. Si hacemos atravesar un cuerpo por los rayos X obtenidos con un tubo de rayos, las diferentes partes del cuerpo van a absorber los rayos en cantidades diferentes, por lo que los rayos que salgan del cuerpo una vez lo hayan atravesado van ha tener diferentes intensidades. Si recogemos esta "radiación emergente" en una película fotográfica especial, obtendremos una "imagen de radiación", que es en definitiva la radiografía. Claro está que en esta foto o radiografía van a salir superpuestas en un solo plano ("espachurradas" por decirlo de una manera mucho más gráfica) las imágenes de las diferentes estructuras que atravesaron los rayos X. Esta es una de las características fundamentales de las radiografías que es preciso conocer para poder interpretarlas correctamente. Si lo que atraviesan los rayos es el pecho de una persona, lo que obtenemos es una radiografía de tórax.

¿Para qué sirve una radiografía de tórax en la EPOC?

En el caso concreto de la EPOC, la radiografía de tórax sirve fundamentalmente para excluir otras afecciones o complicaciones que puedan sufrir estos pacientes, aunque también nos puede mostrar la existencia de cambios en la forma en el tórax de los pacientes con grados avanzados de enfisema pulmonar, o datos sugestivos de EPOC. Ya hablaremos de esto último en el apartado de resultados.

¿Cuándo debe realizarse una radiografía de tórax a un enfermo con EPOC?

El análisis coste-beneficio y los riesgos de una radiación añadida hacen que la radiografía de tórax en los pacientes afectos de EPOC sólo esté indicada en el estudio inicial y en las agudizaciones. Una vez un paciente ha sido diagnosticado de EPOC, puede que en las subsiguientes revisiones su especialista de pulmón le indique la realización de una radiografía de tórax con una periodicidad que puede variar de los 6 meses a bianual dependiendo de su Estadio de EPOC.

Factores que interfieren en los resultados

Podríamos dividirlos en dos grupos fundamentales:   Los dependientes del material utilizado y de la técnica: aquí podríamos incluir también la pericia y profesionalidad del técnico que realiza la placa y su revelado.

Los dependientes del paciente: va a ser su colaboración y las condiciones físicas en las que se encuentre, lo que va a determinar su correcta posición para la realización de la placa, el que esté bien "inspirada" o el que esta se tenga que hacer en una única proyección (por ejemplo, tumbado boca arriba), con la subsiguiente pérdida de información y calidad de imagen.

¿Cuáles son los resultados?

La radiografía de tórax no es una prueba sensible para el diagnóstico de EPOC, aunque si que es útil en su valoración. En la radiografía de tórax de un mismo paciente afecto de EPOC pueden apreciarse distintos grados de bronquitis crónica o de enfisema. Explicaremos estas manifestaciones radiológicas por separado:

Bronquitis crónica:

Suele cursar con una radiografía de tórax normal, aunque en la mitad de los pacientes pueden encontrarse signos "sugestivos" de este proceso, como son: 

Engrosamiento de las paredes de los bronquios que se manifiestan como sombras tubulares o en forma de "vías de tren", o como imágenes en anillo, en las que el "aro" es la pared del bronquio y el "sello" la arteria asociada a dicho bronquio.

Acentuación de las imágenes lineales que representan normalmente a los bronquios y los vasos del pulmón, es lo que los radiólogos suelen llamar "tórax sucio"

Alteraciones en la forma de la traquea con un aumento del diámetro de la misma medido de delante hacia atrás, lo que se suele llamar "traquea en desfiladero".

Enfisema:

Las alteraciones radiológicas más características son:

Datos de mal vaciamiento de aire de los pulmones (atrapamiento aéreo), con la consiguiente hiperinsuflación de los mismos que se manifiesta como aplanamiento de la curvatura normal de los diafragmas, aumento del espacio de aire que hay entre el esternón y el corazón(retroesternal), horizontalización de las costillas, aumento del espacio entre las costillas, alargamiento de la imagen del corazón y el mediastino así como aumento de la curvatura habitual de la espalda (cifosis).

Disminución de la cantidad de sangre que circula por los vasos del pulmón (oligohemia) que se manifiesta como un pulmón mucho más oscuro y sin las líneas blanquecinas normales correspondientes a los vasos sanguíneos del pulmón (ver la imagen).

Presencia de bullas, que son imágenes aéreas en forma de burbuja de paredes finas, y que pueden ser muy variables en número y tamaño (ver la imagen).

Signos de aumento de la presión en las arterias del pulmón (hipertensión pulmonar), aumento del tamaño de parte del corazón (ventrículo derecho) o de todo el tamaño del mismo.

En estas radiografías en las dos proyecciones (A:de frente y B: de lado) de un paciente afecto de enfisema, se pueden ver muy bien los datos de atrapamiento aéreo y la importante disminución de sangre en los vasos de los pulmones.La proyección lateral es el típico "tórax en forma de tonel" que muestra la pérdida de la habitual forma de cúpula de los diafragmas.

En esta otra imagen se puede apreciar la presencia de bullas en los dos pulmones. La radiografía corresponde a un paciente afecto de enfisema bulloso.

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Categorías: Enfermedades, EPOC,
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