Según los especialistas, durante los primeros 6 meses de vida, los bebés o recién nacidos deben alimentarse de la leche materna. Sin embargo, esto no siempre es posible ya que la cantidad de leche que segrega la mamá —en ocasiones— es insuficiente o existen otros motivos que le imposibilitan amamantar al bebé. En este caso, para que el bebé obtenga la cantidad de nutrientes necesarios, deberá recibir la leche de un biberón. Ahora bien ¿Qué ocurre si el biberón no es adecuado para el recién nacido?
Si el biberón que utiliza el recién nacido no es el adecuado para su edad, es posible que pueda sufrir un cólico en su vientre. Por ello, es recomendable siempre que todo menor de 6 meses utilice siempre un biberón anticólico. En este artículo te explicamos cómo funcionan este tipo de biberones y todo lo que necesitas saber sobre ellos.
Un biberón anticólico no es nada más ni menos que un biberón que permite a los recién nacidos beber del biberón sin tener que hacer un sobreesfuerzo a la hora de succionar. Esto, justamente, es lo que ocurre con los biberones normales en cuyo caso la entrada de aire está más complicada y, por tanto, la succión se hace más costosa.
Con los biberones anticólicos el aire entra directamente conforme el bebé succiona, de manera que el recién nacido puede controlar la salida del líquido sin hacer un gran esfuerzo.
Los biberones anticólicos pueden tener diferentes aspectos, aunque por lo general todos tienen características muy similares. Estos suelen tener dos orificios en la parte de la tetilla gracias a los cuales se facilita la absorción de aire sin que el bebé tenga que hacer un gran esfuerzo a la hora de succionar y que ello le ocasiones doloras contracciones abdominales a causa de los cólicos.
Los biberones anticólicos tienen una cánula que impide que el aire entre en la leche, a pesar de los dos orificios en la tetilla y, por supuesto, que las burbujas terminen en la barriga del recién nacido.
Por lo general, los biberones anticólicos están hechos de materiales muy resistentes. Estos se limpian de manera muy sencilla y evitan, así mismo, que no se queden malos olores impregnados en ellos. Además, los materiales utilizados son seguros, por lo que permiten que el bebé los pueda manipular por su cuenta cuanto haya crecido un poco más. Algunos de los biberones anticólicos están hechos de vidrio resistente, aunque su uso no es tan recomendado debido a que pueden suponer un peligro para el recién nacido, además de que resultan más pesados. En
En el momento de comprar un biberón anticólicos debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones para asegurarnos de que el producto resultará útil y seguro para el recién nacido.